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Las obras para la instalación de barreras de seguridad en el tramo de la carretera de Cap Blanc que discurre paralelo a los acantilados encaran su recta final. Según fuentes de la dirección insular de Carreteres del Consell de Mallorca, los trabajos de encuentran en fase muy avanzada y la semana que viene podrían darse por concluidos.

El proyecto en cuestión empezó a ejecutarse a principios de mes con la señalización de la obras en la carretera y la perforación en el terreno de los puntos donde se han colocado las vallas de protección, con el objeto de evitar más suicidios en la zona.

Durante estas dos semanas, se han instalado barreras de seguridad en un tramo de 1.100 metros -concretamente, del punto kilométrico 16,5 al 17,6- con la finalidad de evitar las salidas de vía y la precipitación de vehículos hacia los acantilados. Se trata de barreras de material mixto -madera y acero- que se adaptan al paisaje natural de la este enclave litoral. El proyecto ha tenido un coste de 60.560 euros.

Por otra parte, el Ajuntament de Llucmajor busca fórmulas para retirar la docena de vehículos siniestrados en el fondo del precipicio. Según fuentes del Consistorio presidido por el alcalde Joan Jaume Mulet (PP), se trata de una operación muy costosa -tanto desde el punto de vista técnico, como económico- que requerirá forzosamente de financiación supramunicipal.