La celebración de los bingos navideños se ha convertido en una tradición en muchos municipios.

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Los bares de la comarca del Raiguer no organizarán bingos navideños estas fiestas. Y si los hay, se tratará de partidas populares, sin ánimo de lucro o con una escasa cantidad de dinero en juego. Podría ser que algún bar organizara también algún bingo con bastante dinero en juego, pero se expone a una multa de hasta 60.000 euros, y la policía ya ha advertido de que no dudará en aplicar la ley vigente y, si procede, sancionar.

Varios alcaldes del Raiguer (comarca donde el bingo navideño continúa muy arraigado) consultados por este periódico confirmaron ayer que las gestiones realizadas ante las administraciones competentes (el Govern autonómico y la Delegación del Gobierno del Estado) para que entendieran que el bingo navideño constituye una tradición no han dado el efecto deseado y que, en consecuencia, han comunicado a los propietarios de bares de sus municipios que se abstuvieran de promover partidas o que, en caso contrario, se les podría multar.

Cabe insistir en que las partidas de carácter benéfico, sin ánimo de lucro o en las que se juegue una escasa cantidad de dinero sí están permitidas. Lo que no se va a tolerar es que algunos cafés obtengan hasta 30.000 euros de ganancias (según datos de la policía) en unas Navidades, y sin declararlo. Determinados bares han abusado de la histórica tolerancia de la Administración hacia este juego y, en los últimos años, su único objetivo era el de ganar dinero. «Ahora pagan justos por pecadores», interpretó un alcalde.

Los alcaldes consultados insistieron en recordar que los bingos navideños constituyen una tradición muy arraigada. Algunos de ellos, como el de Inca o Selva, se mostraron sin embargo comprensivos con la firmeza policial. «Se prohíbe hacer negocio con el juego, pero no el juego en sí», recordaron.

Modificación legislativa

Uno de los alcaldes más disgustados con las amenazas de multa fue el de Binissalem, Jeroni Salom. Salom, que preside también la Mancomunitat del Raiguer, dijo que «este año el conflicto nos ha cogido desprevenidos, pero la próxima Navidad debe estar resuelto». En este sentido, se mostró partidario de modificar la ley del juego para que se autoricen estas partidas. «Los alcaldes lo hemos hablado y estamos de acuerdo», añadió.