«Ara fins l'any que ve podem anar segurs per la carretera. Això sí, però haurem d'anar amb seny de bístia vella», con esta frase festejaba la bendición de su antiguo vehículo un vecino de Felanitx. La tradición recuerda que Sant Cristòfol, un gigante que ayudaba a cruzar ríos y mares en tiempos de Jesús, protege a los conductores de los accidentes. Por este motivo y coincidiendo con la festividad del santo, el pasado 10 de julio, durante este pasado fin de semana numerosos pueblos y pedanías organizaron las tradicionales bendiciones de vehículos, entre ellas Felanitx, s'Arenal de Llucmajor y Sant Joan, población donde la peña motorista sigue atrayendo a un buen número de aficionados al motor.
Aunque éstas se han perdido en algunos pueblos y ciudades, son todavía muchas las localidades que conservan viva esta tradición a la que lejos de pensar que solo acuden viejos nostálgicos del motor también cuenta con jóvenes que atraídos por el mundo del motor ya sea de dos o cuatro ruedas siguen acudiendo para preservar este acto.
En Sant Joan es Sa Penya, la asociación motorista de la localidad, la que cada año consigue reunir a motoristas, conductores y amantes del motor llegados de casi todos los puntos de Mallorca, ya que saben que allí la fiesta y sobretodo el buen ambiente esta garantizado. Así una multitud de vehículos desfiló en procesión ante el portal de la iglesia en busca de algunas gotas de agua bendita. Después, la misa y sorteo de regalos y una merienda de embutidos de Sant Joan para los participantes.
Pero no sólo en Sant Joan se festeja Sant Cristòfol. En Felanitx, en Biniali o en s'Arenal, también celebran esta fiesta. En el núcleo costero fueron más de 300 los vehículos particulares, taxis, motocicletas y bicis que participaron en la procesión. La música y el baile tradicional sirvieron para amenizar la procesión que concentró a centenares de curiosos.
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Que se ve que en Sant Joan no puedes reclamar por tus derechos fundamentales, y si lo haces, encima te acusan de lo que ellos sí cometen, y en plan matones te insultan y te amenazan físicamente y te prohiben que pises el pueblo, creyendose que pueden tomar la ley por su mano. Se ve que desde hace tiempo se conceden las adopciones sin hacer valoraciones psicológicas a los solicitantes y sin pensar que unos padres homófogos y matones de barrio pueden inculcar desgraciadamente su forma de pensar a sus hijos. Una pena
Y no podrian dar unas gotas de agua bendita tambien a algunos de los habitantes de San Juan, para quitarles el demonio que llevan dentro, digo.