Imagen de los terrenos en los que está previsto construir la variante norte de la ciudad. | Maria Nadal

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El GOB ha pedido este viernes la retirada del proyecto de la ronda norte de Inca porque su efecto es «crítico, afecta muy negativamente al patrimonio» de la zona y, además, hay «alternativas reales».

Según ha informado el grupo ecologista en un comunicado, pese a que Inca tiene «graves problemas de movilidad», «hay soluciones más adaptadas a la realidad urbana que no implican la construcción de una nueva carretera y evitaría el consumo de territorio, así como las molestias a los vecinos y los cambios en la dinámica comercial del centro de la ciudad.

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Este proyecto afecta negativamente al patrimonio paisajístico, natural y etnológico del suelo rústico ya que, según alegan, «arrasará más de 20 hectáreas», afecta 145 parcelas, demolerá nueve edificaciones y «favorecerá la especulación y crecimiento urbanístico», asegura el GOB entre otras razones.

La entidad señala que hay alternativas reales que, planteadas desde la concepción real de ronda urbana, podrían representar un elemento integrador y embellecedor de la ciudad, «más amable con los medios de transporte no motorizados, así como con los peatones, que conectase las barriadas y que representase una vía de descongestión por el centro de la ciudad».