Es el colegio más nuevo de Sóller y está situado junto al torrente, dividido en dos edificios. | Lluc Garcia

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El centro escolar más nuevo de Sóller, inaugurado hace tan solo 6 años y que tuvo un coste de más de 4,5 millones de euros, ya presenta graves deficiencias de construcción que obligarán a rehacer algunas partes del edificio y llevar a cabo una nueva impermeabilización de las azoteas.

Los servicios técnicos municipales ya habían detectado hace meses los problemas de filtraciones y de entrada de agua en los sótanos que fueron puestos en conocimiento del IBISEC, organismo responsable de la construcción del edificio escolar.

Días atrás, la concejala de Educación, María Cruz Ensenyat, junto a técnicos del IBISEC realizaron una visita pudiendo comprobar sobre el terreno los importantes defectos. Según María Cruz Ensenyat «el edificio tiene dos problemas diferentes». Por una parte existen filtraciones «importantes» de agua de lluvia desde las azoteas, lo que provoca que las paredes «se impregnen» cuando llueve. Esta deficiencia afecta a la práctica totalidad del edificio educativo y probablemente tiene su origen en una mala impermeabilización del techo.

Por otra parte, el sótano, situado junto al torrente de Biniaraix, tiene un aljibe «sin salida de agua» y el sistema de bombeo que está pensado para evacuar el excedente cuando se llena «es insuficiente». A la vez, esto también provoca derrame de aguas residuales al llegar a las alcantarillas un exceso de agua dulce subterránea. Según María Cruz Ensenyat «el tema de las filtraciones está claro que corresponde al IBISEC arréglarlo, pero del aljibe no está tan claro y es un tema que todavía tenemos que mirar junto con los técnicos municipales».