El estacionamiento de vehículos en la carretera Porto Cristo-Portocolom es la tónica general diaria. | Guillem Mas

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La problemática sobre Cala Varques es uno de los principales quebraderos de cabeza del Ajuntament de Manacor. El alcalde Pedro Rosselló (PP) ha pedido más implicación del Govern en esta cuestión, una vez Més-Esquerra, en la oposición, denunciara en el pleno del pasado lunes que la seguridad en la zona no está garantizada.

El líder de la formación soberanista, Miquel Oliver, exigió al alcalde que «actúe de una vez con el aparcamiento de vehículos en la carretera, que son un auténtico efecto llamada sobre donde está el camino de acceso a la cala, además del peligro que ello supone». Oliver también apuntó que «el control de la venta ambulante ilegal continua y eso que es competencia municipal, además de la ocupación de cuevas con falta de presencia del Seprona y la Guardia Civil».

Así, desde MÉS-Esquerra se alertó de que «si el alcalde no lidera este tema y tira del carro nadie lo va a solucionar, además puede pasar una desgracia ante tantos elementos peligrosos».

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El alcalde, Pedro Rosselló, defendió la actuación de la Policía Local en las competencias municipales, una vez el plan de usos determinara las actuaciones de cada administración. Según el primer edil, «la presencia de coches en el camino de Cala Varques es casi inexistente y nuestros agentes controlan la venta ambulante ilegal, además de propiciar reuniones sobre el estado de la problemática con las diferentes administraciones y cuerpos de seguridad». «Aunque el problema sea nuestro, la solución depende de todos», sentenció.

Colaboración

Rosselló no desaprovechó la ocasión para cargar contra el Govern por su falta de implicación. «De la Conselleria de Medi Ambient, y tras múltiples peticiones, solo hemos recibido un documentos que no aporta nada, solo nos dice que hay saturación y que no tiene que haber vehículos aparcados en el camino para no dificultar el acceso de los servicios de emergencia, cosa que ya hemos hecho».

El popular criticó que «donde está las consellerias de Salut en la venta ilegal de comida, Treball para vigilar los que trabajan el bar o Hisenda para velar porque la actividad sea legal», incidiendo en que «todos tenemos competencias y tiene que haber voluntad para acabar con los malos usos que se llevan a cabo en Cala Varques».