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La noticia del recurso que ha interpuesto la Abogacía del Estado contra el Ajuntament de Pollença cayó como un jarro de agua fría en el PP balear. En la sede del partido en Palma los teléfonos no pararon de sonar durante toda la mañana y los nervios eran palpables porque esta acción «pone en contra a todo el PP regionalista, que es mucho», según apuntó un miembro del partido que sentenció que «esta última jugada de María Salom no ha gustado nada y ya lleva un par».

Esta misma fuente apuntó este martes que «hemos hecho un ridículo espantoso porque el PP de Pollença votó a favor de la subvención. Esta indefinición nos mata», aunque admitió que «luchar contra todo lo que viene marcado desde Madrid es complicado de parar».

Otras fuentes del partido señalaron que «creíamos que esta polémica ya estaba superada», haciendo clara alusión a la crispación vivida durante la pasada legislatura debido a la política lingüística que llevó a cabo el expresidente José Ramón Bauzá. «Nos salió muy cara esa política, parece mentira que volvamos a tropezar con la misma piedra», lamentó.

En los pueblos, el malestar también era patente en varios municipios donde el PP está en la oposición. «Si nos presentan la subvención de ayudas para fomentar el catalán en los comercios, tal y como pasó en Pollença, votaremos lo mismo que hizo David Alonso, a favor», indicó una fuente que se mostró muy molesta con su delegada del Gobierno: «No entiendo su postura».

En este sentido, los ‘populares' consultados por este periódico recordaron que «el PP de las Islas siempre ha sido más regionalista. En algunos ayuntamientos y con gobiernos del PP había este tipo de ayudas hace años. No se entiende el problema actual porque es nuestra lengua y nuestra cultura».