La feria de Mancor ya no se llama 'Fira de l’Esclata-sang i de Muntanya' sino 'Biniarrels', pero la apreciada seta estaba presente en el evento. | Antoni Pol

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A partir de este año, la de Mancor ya no se llama Fira de l'Esclata-sang i de Muntanya sino Biniarrels, pero la apreciada seta, ajena a la polémica que ha motivado este cambio de nombre, estaba presente en el evento. Había dos puestos con esclata-sangs: el de la familia Amengual de Inca, que los vendía a diez euros el kilo, y el de Lluís ‘Blai' de Binianar, que vendía los forasteros a 16 euros el kilo y los mallorquines a 30.

Había otras setas igualmente recolectadas en Mallorca (peus de rata y picornells) y otras procedentes de Castilla (picornells, por ejemplo) e incluso de otros lugares (setas procedentes de cultivo muy utilizadas en la cocina oriental).

El resto de la feria no era muy diferente a las ediciones anteriores: una elevada presencia de puestos de artesanía, objetos de ferretería, parades de negocios locales, otras de comida... La feria de Mancor ya no registra la avalancha de visitantes de acudían a ella hace ocho o diez años, pero esta disminución de público la hace más agradable: el paseo por las pintorescas callejuelas de la localidad se hace más cómodo, aparcar resulta más fácil, las colas se llevan mejor...

La feria se llama ahora Biniarrels. El cambio de nombre obedece a la voluntad de la organización, la asociación Arrels, de no pagar una cantidad pecuniaria al creador de la «Fira de l'esclata-sang i de Muntanya» por hacer uso del antiguo nombre.

Además de la feria ya reseñada, hay que destacar otras actividades paralelas como la actuación de los Cavallets, una muestra de baile de Festa Pagesa o una ballada popular en la plaza. También se leyó un manifiesto para «la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres».