El almacén agrícola ampliado y reconvertido en vivienda, ilegalmente, visto desde es Verger. | Antoni Pol

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El Consell de Mallorca comprará la finca que alberga los restos del Castell d'Alaró una vez la familia Ordinas, actual propietaria de la parcela, haya demolido parte de una construcción que levantó ilegalmente. La adquisición pública del Castell costará 1.050.000 euros y se financiará con fondos del Impuesto de Turismo Sostenible, la nueva ‘ecotasa'.

La novedad más destacable en relación a la finca es que el Ajuntament d'Alaró ha concluido por fin el expediente urbanístico que abrió al detectar, hace una decena de años, que el propietario había ampliado un almacén agrícola para reconvertirlo en vivienda. En este sentido, el Consistorio ha ordenado al infractor que restaure la legalidad –deberá demoler las dependencias levantadas sin permiso– y le ha impuesto una sanción –entre el 100 y el 150 por ciento del valor de las obras, pero podrá acogerse a las bonificaciones que prevé la nueva ley de urbanismo.

Dicha infracción se cometió en zona ANEI (suelo rústico de máxima protección) y llegó a juicio. Antes de la vista oral, y después de que el Ajuntament retirara en el último instante su acusación, propietario y Fiscalía alcanzaron un acuerdo en virtud de cual los acusados se declararon culpables de un delito contra la ordenación del territorio y aceptaron una pena de dos meses y medio de cárcel substituibles por una multa de 540 euros.

Finalizadas las actuaciones penales, solo quedan pendientes de ejecutar las administrativas. Habrá que comprobarlo, pero se espera que la propiedad restaure la legalidad (esto es demoler y pagar la multa) a corto plazo a fin de agilizar la compraventa.

La consellera insular de Territori, Mercedes Garrido, advirtió que el Consell adquirirá el Castell «libre de cargas». Añadió que se está coordinando con el Ajuntament y que cuenta con «la colaboración» del propietario para subsanar el escollo lo antes posible. La parcela en cuestión es la zona boscosa que rodea el Castell, la hospedería y el oratorio (construcciones que ya son públicas y del Obispado), es decir, la parte roquera del monte.