En 2011, el Ajuntament de Valldemossa dedicó una calle a Bruno Morey, hijo ilustre desde 1946, tras convertirse en canónigo de la Seu. En la imagen, Bruno Morey (a la derecha) cogido del brazo del alcalde Nadal Torres el día de la inauguración de la calle. | Lluc Garcia

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La resolución de la comisión de Memòria Histórica del Govern de retirar al canónigo Bruno Morey, fallecido en julio de 2016, el título de hijo ilustre de Valldemossa, no se prevé exenta de polémica. Tanto, que el alcalde Nadal Torres –del Grup Independent de Valldemossa (GIV)– no descarta convocar una consulta popular al respecto y que sean los vecinos del pueblo quienes decidan si revocar o no los honores municipales al religioso.

Cabe recordar que la comisión de la Conselleria de Cultura considera «totalmente pertinente» el procedimiento que lleva a cabo el área municipal de Patrimoni, gestionada por el partido La Valldemossa Que Volem (LVQV), socios de gobierno del alcalde, para abolir las distinciones a personajes, según LVQV, vinculados al franquismo. Una lista en la que, además de Morey, aparecen Blas Pérez González, José Manuel Pardo, Alejandro Rodríguez y Honorato Martín.

Al menos en el caso de Morey, la propuesta de LVQV (agrupación de electores que se autodeclara progresista, democrática, ecologista y nacionalista) no parece contar con las simpatías del partido del alcalde, de carácter más centrado. Nadal Torres asegura que el Ajuntament que preside no tomará ninguna decisión al respecto hasta que no cuenten con todos los informes de Memòria Històrica, y advierte de que el proceso en cuestión «va para largo» e incluso trascenderá las elecciones autonómicas y locales del próximo mes de mayo. Visiblemente contrariado con sus socios de gobierno, los mismos que en septiembre de 2018 ya intentaron sin fortuna retirar los honores municipales al rey Juan Carlos, Torres está dispuesto a someter el caso de Bruno Morey a la opinión de la calle mediante la convocatoria de una consulta popular entre los vecinos de Valldemossa.

Asimismo, el alcalde pone en evidencia las contradicciones de LVQV al recordar que en el año 2011, como integrantes del equipo de gobierno conformado junto a UM y GIV, aprobaron poner a una calle del pueblo el nombre de Bruno Morey, quien en 1946 había sido declarado Hijo Ilustre al convertirse en canónigo de la Seu con tan sólo 31 años.

Según fuentes del Consistorio, la inclusión de Morey en el listado de LVQV de personajes vinculados al franquismo vendría de la biografía que de él escribió el columnista de Ultima Hora Miquel Segura. Una obra que, si algo deja claro, es que Bruno Morey fue un heterodoxo que rechazó todas y cada una de las ofertas con las que fue tentado para ocupar altos puestos eclesiales fuera de Mallorca. Entre ellas, la que le formuló Escrivá de Balaguer, quien le ofreció ser nombrado canónigo doctoral, vicario general de Salamanca y catedrático de Derecho. Una proposición que Morey siempre pensó llevaba implícita la condición de su ingreso en el Opus Dei y que jamás contempló.