Los vecinos y un colegio cercano temen que algunos árboles puedan caer. | Lluc Garcia

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El Ajuntament ha encargado finalmente a una empresa del grupo Eulen el estudio de los árboles del campo de deportes del Port de Sóller. Según el concejal de Medio Ambiente, Josep Puig, «en total los técnicos analizarán el estado físico y sanitario de 40 árboles del recinto deportivo, para determinar si existen riesgos y, en este caso, de qué forma se debe proceder».

Hay que decir que durante la campaña de lucha contra la procesionaria del pino, llevada a cabo este año, no se ha detectado en los pinos de este campo ninguna afectación de la plaga. Los árboles fueron tratados hace un año y los operarios municipales no localizaron ni una sola bolsa de larvas dentro del recinto. Aun así se han detectado otras plagas, entre ellas el Tomicus.

En todo caso lo que más preocupa al Consistorio no es el estado fitosanitario de los ejemplares sino la inclinación de varios grandes pinos en dirección a la calle Costa i Llobera, donde además se sitúa el colegio público Pere Cerdà.

Este estudio, que se prevé comenzar este miércoles mismo analizará si la inclinación se debe a un movimientos de crecimiento o existe debilidad en las raíces y el suelo que las rodea, y por tanto riesgo de caída.

Sea como fuere, no se tomará ninguna decisión hasta que no se cuente con el estudio cuyo coste asciende a 4.000 euros.

Por otra parte, Puig ha informado que el crematorio municipal se podrá poner en marcha después de una reparación que tendrá un coste de 6.400 euros y de superar una inspección oficial de emisiones.