Según ha informado el consistorio en un comunicado, se trata de soluciones para evitar otra catástrofe, conocer los puntos negros que provocaron las inundaciones del 9 de octubre y una modificación puntual de las normas actuales.
El Ajuntament se comprometió a tener listos estos documentos antes del final de legislatura, puesto que «suponen el camino a seguir para prevenir y reducir al máximo los daños de otra potencial catástrofe natural».
Así, ya dispone, primero de un informe avanzado con la modificación puntual de las normas subsidiarias. Este estudio recoge las medidas urbanísticas en los ámbitos afectados para garantizar la seguridad de las personas y los bienes y marca la nueva línea urbanística del municipio.
En segundo lugar, el estudio hecho por expertos de la Universitat de les Illes Balears (UIB), encabezados por el geógrafo Miquel Grimalt, detalla los puntos conflictivos que empeoraron los efectos de las inundaciones del año pasado en el municipio.
Finalmente, el tercer documento para esta función preventiva es el que el colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos ha realizado a petición del Ayuntamiento para aportar soluciones e ingeniar las actuaciones que se tienen que pedir a otras administraciones así como Consell y Govern, puesto que afectan a espacios de su competencia, como puentes o carreteras.
«Queríamos tener estos estudios antes de acabar la legislatura, puesto que creemos que es un tema bastante importante para no dejar de trabajar. Así dejamos el camino hecho a posibles nuevos gobiernos y garantizamos la seguridad de nuestro pueblo», ha sentenciado Mateu Puigròs, alcalde de Sant Llorenç.
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