Los siete danzantes (seis hombres y la Dama) se convirtieron en los protagonistas de las fiestas de Sant Jaume de Algaida. | M. À. Cañellas

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Algaida vivió este jueves su día grande de las fiestas de Sant Jaume y lo hizo al son de los Cossiers. A las nueve de la mañana, los xeremiers de Algaida despertaron al pueblo y les invitaron a participar de la misa de fiesta cantada por el Orfeó de Castellitx y a asistir a los tradicionales bailes que interpretaron los Cossiers, que estuvieron acompañados en todo momento por el Dimoni.

Después de que el pasado miércoles por la tarde los siete danzantes (seis hombres y la Dama) y el Dimoni recorrieran las principales calles del pueblo durante la víspera de Sant Jaume, la fiesta y sus bailes se concentraron ayer en la Placeta de l'Església. Justo antes, los Cossiers interpretaron el Ball de l'Oferta durante el oficio solemne al que asistieron la presidenta del Consell, Catalina Cladera; la consellera de Salut, Patricia Gómez, y las autoridades locales encabezadas por la alcaldesa Maria Antònia Mulet (PSOE).

Mientras los vecinos salían del templo, el Dimoni se encargaba de mantener el espacio libre necesario para que los Cossiers pudieran bailar. Y así empezó el espectáculo de danzas ancestrales que se remontan siglos atrás pero que fueron recuperadas durante las fiestas de Sant Jaume del año 1973.

Los Cossiers interpretaron los diferentes bailes, entre los que no faltaron Titoieta o Mergançó, ante la atenta mirada de los vecinos y autoridades y, entre danza y danza, aprovecharon para repartir ramilletes de albahaca entre los asistentes.

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