Monseñor Marià Gastalver (Palma, 1958) será el nuevo prior de Lluc. Actualmente es el rector de las parroquias de Sóller, Port de Sóller, l'Horta, Biniaraix, Fornalutx, Bunyola y Palmanyola. Además es Vicario episcopal de Territorio de Palma y Tramuntana- Ponent, y una persona de la máxima confianza del Obispo. En cuanto se haga cargo de Lluc, Gastalver dejará estas parroquias para pasar a ser el rector de la parròquia Nuestra Senyora de Lluc y Sant Pere, aunque continuará ejerciendo como vicario episcopal.
Monseñor Toni Moreno (Palma, 1968) es diácono y hasta la actualidad ha estado al servicio de estas mismas parroquias, además de ser el responsable de pastoral de los Colegios Diocesanos de Mallorca.
Por su parte, Monseñor Antoni Burguera (Es Llombards, 1953), ha sido hasta la actualidad rector de las parroquias de Sant Sebastià y de Beat Ramon Llull, ambas en Palma, cargo que también dejará para centrar su gestión en el Santuario de Lluc. El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, firmó ayer estos nombramientos, cuando falta poco más de un mes para que se produzca el relevo en la gestión del Santuario. Asimismo, hasta finales de año dos Missioners dels Sagrats Cors continuarán residiendo en Lluc para ayudar al nuevo equipo gestor en la transición. En cuanto a la gestión económica, no se prevén cambios, sino que continuará desempeñándola la empresa Santuari de Lluc, vinculada a esta parroquia.
El próximo domingo 8 de septiembre, durante la Diada de Lluc, se celebrará una misa de acción de gracias y tendrá lugar la despedida de los misioneros, así como la toma de posesión de los nuevos sacerdotes. La noticia de su marcha causó sorpresa y disgusto en el entorno del Santuario, residentes y empleados, y especialmente entre los propios Missioners, muy arraigados a la vida en Lluc. De los seis últimos, solo dos siguen en activo, los sacerdotes Toni Hernández y Gaspar Alemany; los demás están jubilados y son de avanzada edad. Cuando dejen el santuario, se trasladarán a La Real o a una residencia que disponen en Palma.
9 comentarios
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... falta de vocaciones para el bluff del mercadeo de la venta de humo, espiritualidad y creencias... pero a la hora de gestionar una empresa que genera pingües beneficios, se postulan tres candidatos... sintomático
Sólo les pediría que en LLuc, aparte de su labor apostólica, hagan malorquinismo. Lluc no es "un Montserrat en pequeño", como creyeron y quieren hacernos tragar algunos embobados con todo lo lo que huele a catalán y catallanismo. Somos y estamos en Mallorca. ¡Lluc no se toca!
Vaja trio...
sonc bastant ateu, pero trobare a faltar en Marià, es un bon homo, per temes de cultura a Soller he agut de tractar amb ell, i es un crac. A mem si tornes aviat.
La cultura nunca sobra. Sea de lo que sea. Lo que es triste es que uno se defina como alguien a quien no le importa. Mas le valdría no escribir nada. Al menos no se retrataría.
No creo que la "cultura eclesiástica" sirva de mucho. A mi tanto me da que sean monseñores, obispos, diáconos (que no sé lo que es), priores, coritos, sacerdotes, monaguillos etc. etc. Todo me va bien. I tant
Esper que conservin sa espiritualitat per damunt des negoci.molta sort.!
Se califica de "monseñor" a obispos o altos cargos eclesiásticos no a sacerdotes ni diáconos... El redactor de la noticia debería adquirir un poco de cultura eclesiástica.
No conozco al Prior, pero Antonio Burguera merece todos mis respetos como sacerdote y como persona.