El motovelero ha sido localizado en un punto situado en la zona central de la bahía de Pollença . | MIQUELSALAS/NICOLAU CERDÀ

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Un grupo de buceadores profesionales, acompañados por otros locales, han logrado encontrar la embarcación Andrea Ferrara que fue popular hace unos quince años por haber aparecido a flote abandonada en aguas del Port de Pollença para luego volver a esfumarse en 2011.

El hallazgo tiene su origen en la empresa pollencina Tramuntana Diving y la alcudienca Skualo. Fue esta última la que se puso en contacto con Miquel Àngel Bonnín, propietario de Tramuntana Diving, para investigar una zona en la que los pescadores habían detectado una gran presencia de peces.

Al sumergirse encontraron entero el Andrea Ferrara a 38 metros de profundidad, convertido en un impresionante hábitat de varias especies marinas. El hallazgo se produjo a finales del mes de junio y ya se han realizado varios reportajes fotográficos y de vídeo a cargo de profesionales que disponen de la especialidad de buceo profundo. También la revista local Punt Informatiu se ha hecho eco de la noticia de la localización.

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Veinte metros de eslora

Miquel Àngel Bonnín recuerda que «de niños íbamos nadando hasta el ‘barco fantasma' para ‘investigar' o simplemente jugar con él». Se trata de un motovelero de unos veinte metros de eslora, de madera, doble cubierta y dos mástiles. Según los comentarios que se hicieron en la época en la que apareció el Andrea Ferrara, la embarcación pertenecía a un alemán que se quedó en bancarrota y decidió dejar olvidada su nave. Otros rumores que se escucharon por Pollença indicaban que, cuando el barco apareció acababa de ser reflotado ya que se había hundido con un millón de marcos alemanes en su interior que fueron recuperados.

Tras pasar una temporada en la playa del Port de Pollença, unos astilleros locales lo remolcaron hacia el interior del mar pero como el dueño seguía sin reclamar su propiedad decidieron fondearlo y abandonarlo de nuevo frente a la base militar del puerto. A partir de ese momento, en lugar de niños y jóvenes, la nave recibía las visitas de muchos curiosos que se acercaban en barca para tomar fotos del motovelero. Los documentos gráficos sugieren que el Andrea Ferrara estuvo hasta pasado 2010 en ese punto, hasta que volvió a desaparecer «sin que nadie supiera ni de dónde venía ni como había llegado hasta Pollença», indica Miquel Àngel Bonnin.

Barco Pollença