Las hermanas sor Gemma Orvay, sor Ignacia Planas y sor Natividad Isern asistieron a la misa solemne por la festividad local de Sant Miquel para recibir el cariño de varias generaciones que han vivido de cerca la influencia de las agustinas.
La alcaldesa de Campanet, Rosa Bestard, recordó que «siempre han estado al lado de los enfermos, las personas mayores y los jóvenes que necesitaban ayuda». Además de entregar un presente a la congregación que ayer se despedía de Campanet, la misa también sirvió de homenaje al expárroco Joan Parets, que formó parte de la ceremonia religiosa, y al religioso Bartomeu Palou.
Una vez finalizada la misa, la plaza Major acogió el reconocimiento a las personas mayores del municipio, con galardones para el hombre, la mujer y el matrimonio de más edad.
La velada finalizó con un ball de bot a cargo de la Agrupació Festa Pagesa de Mancor y un refrigerio para el público además de un obsequio a todas las personas mayores de 80 años.
3 comentarios
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A Maravillosas! La falta de vocaciones es porque el mundo cambia i todo cambia, la forma de ser generosos con los demás , ahora hay ONG en la que la gente se juega la vida o la salud , como los médicos y los voluntarios, no hace falta ser religioso ni mucho menos cristiano. Ahora bien, totalmente de acuerdo en que estas monjas aportaron mucho al pueblo y a la sociedad, y su labor eficaz y silenciosa , como el de otras mujeres, no ha sido lo suficientemente vista.
Campanet. Camino a la gentrificacion.
¡Cuánto bien realizaron estas religosas, fueren de la orden que fuera, especialmente en pueblos, en permanente y cordial contacto con la población más necesitada! Todo un ejemplo lamentablemente en extinción por falta sobre todo de vocaciones. Y en esa falta de viocaciones ¿qué parte de culpa tiene la propia Iglesia?