El músico y profesor de guitarra Tolo Grimalt dirige la escuela Factoría de Músics. | Lola Olmo

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Se le puede llamar rockero, sí, pero no empedernido. Tolo Grimalt (Palma, 1969) ha forjado su carrera musical como miembro fundador de Skyline, todo un referente para amantes del hard rock; ha recorrido toda Europa como guitarrista de bandas como Metalium y Fyre!, y a escala local reparte su talento entre Old Noise, The Red Suns y 6 or 9.

Compositor, con una larga discografía y alguna que otra tentativa de aparcar la guitarra, asegura disfrutar tanto o más en la docencia que sobre un escenario. Desde 2003, salvo una breve excedencia, es el director de Factoria de Músics, la escuela de música moderna ubicada en las Cases de Son Llaüt de Santa Maria, con más de 200 alumnos de toda la Isla.

¿Qué tiene Factoria de especial, que quien viene, se queda?

—En su día, Factoria fue pionera al ofrecer un modelo académico alternativo a lo que son las escuelas de música municipales y las academias de entonces. Fuimos visionarios al detectar una demanda de estudios de música moderna que no se ofrecían en Mallorca. La verdad es que el proyecto generó mucha empatía, y sigue haciéndolo, yo creo que porque trabajamos con humildad y cariño, más que siendo pragmáticos.

¿En qué se basa el plan de estudios profesionales?

—Tuve la suerte de poder trabajar unos años en el Liceu de Barcelona. Gracias a ello, al regresar a la Isla pude negociar un convenio con el Liceu por el cual podemos ofrecer en Santa Maria el plan de estudios del Aula de Música Moderna i Jazz del Conservatori del Liceu. Cinco cursos que permiten cursar estudios profesionales en nuestra escuela y los alumnos solo tienen que ir a Barcelona a examinarse y a hacer el último curso.

Debió suponer un gran reto para una escuela modesta.

—Fue un éxito. En dos años, pasamos de tener 60 alumnos a más de 250 matriculados. Hubo que ampliar las aulas y el plantel de profesores; una locura.

¿La locura continúa?

—Los años de crisis nos pasaron factura, como a todo el mundo, fue un periodo complicado y no negaré que pasamos por momentos delicados, pero estos dos últimos años está repuntando y actualmente contamos con unos 200 alumnos.

Factoria ocupa un espacio municipal, ¿cuentan con más ayuda?

—Salvo con el Ajuntament de Santa Maria, que en sus inicios cedió a Factoria una parte de las Cases dels Mestres y, desde 2002, las Cases de Son Llaüt, en el polígono, diría que nuestra relación con la Administración es humillante. Somos un proyecto autogestionado por la asociación Factoria de So y una cooperativa de profesores, que en los inicios teníamos el apoyo del Consell. Desde hace cuatro años no recibimos apenas ninguna ayuda.

¿Ya no es una escuela para tocar de un modo lúdico?

—Tenemos las dos vertientes. Aquí vienen alumnos que buscan una formación diferente, gente que empieza, otros que se preparan para estudiar un grado profesional, pero ahora también personas que quieren aprender para tocar de un modo lúdico. Son los dos grandes perfiles entre nuestros alumnos, aunque también hay niños y adolescentes.

¿Cuál es su oferta educativa?

—De instrumentos, guitarra de rock, guitarra de jazz, blues y jazz-fussion; piano, batería, saxo, bajo rock y funk, bajo y contrabajo, percusión latina, voz, trompeta y violín. Luego están los combos y las clases de teoría musical.

¿Tienen nuevos proyectos en mente?

—Queremos poner en marcha un proyecto de teatro musical. Y hemos creado Factoria de Músics en xarxa, junto con otros locales, como Rock House de Manacor, para que los alumnos, que son más del 50 % de la Part Forana, no tengan que desplazarse tanto; les ofrecemos poder dar la clase de instrumento en el domicilio del profesor, si le queda más cerca.

¿A usted le gusta más tocar sobre el escenario o dar clase?

—Cuando subo a un escenario, me transformo, pero la verdad es que mi gran satisfacción profesional ha sido y es Factoria de Músics. Ni el mejor de mis discos o conciertos me ha dado tanta satisfacción como el hecho de ver que tus alumnos aprenden, e incluso, te superan.

¿Cuál es su grupo de culto?

—Imposible quedarme con uno solamente.