En la concentración ha participado más de un centenar de padres, personal educativo y alumnos que han mostrado su malestar porque si se cumplen los nuevos plazos que le ha dado la Conselleria d'Educació (que aún no ha entregado el nuevo proyecto de obra al Ayuntamiento) la reforma no podría estar acabada hasta el próximo curso.
La presidenta del APIMA, Aina Capó, ha asegurado que se niegan a que sus hijos convivan con «goteras, suciedad y condiciones peligrosas, amontonados sin espacios comunitarios». Y ha añadido: «nos negamos a ser ciudadanos de segunda clase».
«Exigimos que las obras se pongan en marcha ya y se hagan movimientos de urgencias para que el Ayuntamiento pueda entregar un solar para el colegio nuevo», ha dicho Capó.
Además, la presidenta de la asociación de padres y madres ha informado de que se concentrarán cada miércoles hasta que se encuentre una solución.
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