El director general de Agricultura, Gabriel Torrens, compareció en la Comisión de Economía del Parlament. | Redacción Local

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Una de las principales causas de la reducción de la cabaña ganadera son los sobrecostes de producción, donde el precio de la compra o producción de la alimentación para los animales supone un 64 % más en relación a los precios de la Península. En el caso de las vacas de leche, esto se traduce en 1.133,23 euros más por animal.

Son algunas de las cifras que recogerá el futuro Pla Estratègic de la Ramaderia que presentó el director general de Agricultura, Gabriel Torrens, en su comparecencia ante la Comisión de Economía del Parlament. Torrens destacó la necesidad de poner freno al declive del sector y que este plan sirva como media de choque con «efectos prácticos e inmediatos». El director general desgranó el calendario de trabajo previsto desde su Conselleria que, tras la diagnosis inicial, prevé la creación de diversos grupos de trabajo con el sector y también con las diferentes administraciones. Torrens prevé que el plan pueda aprobarse en el Parlament el próximo mes de julio.

Exterior

Del análisis inicial sobre la situación del sector ganadero, recordó que este está «gravemente marcado por los sobrecostes de producción por el hecho insular» pero también por otros aspectos a tener en cuenta como la pequeña dimensión de las explotaciones ganaderas, tener que depender del exterior para poder abastecer de alimento a los animales, o la fuerte competencia de productos baratos procedentes de fuera de Baleares.

El director general de Agricultura, que compareció en la comisión del Parlament acompañado por buena parte del equipo de la consellera Mae de la Concha, recordó que en la última década el censo de vacas lecheras ha disminuido cerca del 30 %. A ello hay que añadir el retroceso en un 40 % de reproductores de porcino o el 95,2 % de los productores de pollos por la falta de un matadero.

En las líneas de trabajo, Torrens apostó por la defensa de las explotaciones ganaderas familiares, así como conseguir el reconocimiento del hecho insular y su consecuente compensación en la nueva Política Agraria Común (PAC).

También destacó la necesidad de «fomentar la identificación de la carne, leche, queso y huevos procedentes de nuestra ganadería» así como apoyar los productos del sector en las cadenas de distribución alimentaria y sectores como la restauración y el turismo, claves para los ganaderos.