Malestar unánime. Desde hace años, todos los acuerdos en el seno de la FELIB se aprueban por unanimidad, pero la distancia entre los alcaldes socialistas y el resto no permitió ayer siquiera consensuar un comunicado común. Acordaron convocar una asamblea para analizar la situación en septiembre.

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El acuerdo firmado este martes por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Abel Caballero, para que los ayuntamientos presten «voluntariamente» al Estado todo el remanente bancario que tienen bloqueado en el banco a cambio de gastar en los municipios 5.000 millones de euros (a repartir entre todos los prestamistas) en 2020 y 2021, ha desatado toda una rebelión entre los alcaldes de Mallorca.

El Ajuntament de Deià aprobará este jueves en pleno abandonar la FEMP en señal de protesta e incorporará 2.060.000 euros del remanente que la Ley Montoro bloquea en el banco a su presupuesto municipal «para poder invertir en las necesidades del pueblo» en plena crisis sanitaria, explica su alcalde Lluís Apesteguía (Agrupació DEIÀ). Deià tiene en el banco 2.200.000 euros.

Efecto cadena

Mancor, donde Més tiene mayoría absoluta, seguirá la senda de Deià. «No pienso acatar la ‘ley Montoro' que bloquea 1.400.000 euros en el banco cuando el pueblo más lo necesita», dice su alcalde Guillem Villalonga. También dejarán la FEMP.

En Llubí, la alcaldesa Magdalena Perelló (Més), aprobará junto a sus socios de Feina de Llubí dejar la FEMP y gastar parte del remanente bancario. «Algo tendremos que gastar, ya que en nuestra situación no cumplimos con la regla de gasto y no podemos acceder a fondos para reforzar los servicios sociales», dice. La alcadesa de Esporles, Maria Ramon (Més), también aprobará en septiembre dejar la FEMP y avisa de que «gastaremos el superávit de 2019 para hacer frente a la crisis y si tuvieramos que gastar el remanente lo haremos».

Los alcaldes y alcaldesas de Més apuestan por la insumisión a la Ley Montoro, por abandonar la FEMP en señal de propuesta y por negarse a prestar su remanente al Estado. No son los únicos que avisan de que no cederán al «chantaje del Estado a los ayuntamientos».

El PI presentará una moción en los municipios en los que gobierna en contra del préstamo al Gobierno y a favor de abandonar la FEMP. Pide la dimisión de su presidente Abel Caballero. Se aprobará seguro en Costitx, Ariany y Banyalbufar (donde tiene mayoría absoluta) e incluso podría llegar a «hacer pinza» con Més o con el PP para forzar «insumisiones» en ayuntamientos gobernados por el PSOE.

De entre los alcaldes del PP el de Alaró, Llorenç Perelló, ya ha anunciado que se despide de la FEMP y no prestará su dinero. El malestar general marcó la reunión de urgencia convocada ayer tarde en la Federació d'Entitats Locals de les Illes Balears (FELIB) que no fue capaz siquiera de consensuar un comunicado común. Convocarán una asamblea en septiembre.