Se trata de Antoni Alomar Mas, relojero natural de Llubí, que vivía en Manacor y desapareció en agosto de 1936; y de Francesca Llull Font y su hija, Francesca Salas Llull, desaparecidas también por aquellas fechas y encerradas en la prisión de Manacor.
Estas tres primeras víctimas identificadas se localizaron en la misma zanja, la número 1. Las dos mujeres estaban cubiertas de cal, una sobre la otra, orientadas a la inversa del resto de víctimas y una de ellas, la más joven, llevaba zapatos de tacón. Justo encima de estos restos, había otros zapatos masculinos de media caña, los de Antoni Alomar.
Esta disposición de los tres cuerpos indica que primero fueron depositadas en la fosa las dos mujeres y posteriormente Antoni Alomar. Se trata de una evidencia arqueológica que abre nuevos interrogantes para los investigadores en torno al asesinato de estas víctimas, especialmente en cuanto a las fechas en las que se produjeron los hechos.
El proceso de identificación
El estudio antropológico, que se llevó a cabo justo acabado el trabajo de campo, entre agosto y septiembre de 2020, permitió estudiar en detalle las características físicas de cada uno de los restos encontrados.
En el caso de las dos mujeres, el estudio determinó que los restos correspondían a una mujer de entre 40 y 55 años, de 1,50 metros de altura, y la otra era una mujer más joven, de entre 25 y 35 años, de 1,53 metros de altura. La mujer más joven presentaba, como mínimo, una lesión peri mortem producida por un proyectil de arma corta, de 9 milímetros. La otra mujer, de mayor edad, presentaba un orificio de entrada, provocado también por un proyectil de arma corta, así como otras lesiones peri mortem. En el caso de Antoni Alomar, el estudio antropológico de los restos indicaba la pertenencia a un hombre de entre 35 y 44 años, de 1,75 metros de altura, de constitución grande y robusta.
Con estos datos en la mano, el equipo de ATICS activaba a mediados de septiembre el Protocolo de ADN para la recogida de documentación, la realización de entrevistas y la toma de muestras de ADN a familiares de unas sesenta víctimas de la represión franquista, que podrían estar enterradas en la fosa de Son Coletes.
La toma de muestras de ADN de estos familiares, junto con las muestras de ADN de los restos óseos, se han ido analizando en estos últimos meses en el laboratorio de ADN antiguo de la Unidad de Antropología Biológica de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Se han comparado diferentes marcadores genéticos de las dos muestras —las obtenidas de los restos óseos y las facilitadas por los familiares— y se ha conseguido un grado altísimo de concordancia, tanto en el caso de Antoni Alomar Mas, como en la confirmación de la relación madre e hija con los familiares de Francesca Llull Font y Francesca Salas Llull.
Estas tres identificaciones son las primeras que se consiguen fruto de las tareas de excavación y exhumación llevadas a cabo por el equipo de arqueólogos y antropólogos de ATICS en el cementerio de Son Coletes, dentro del segundo Plan de Fosas del Gobierno de las Illes Balears, impulsado por la Secretaría Autonómica de Sectores Productivos y Memoria Democrática. En aquella primera intervención en el cementerio de Son Coletes, desarrollada entre el 14 de julio y el 14 de agosto de 2020, se localizaron los restos de dieciocho víctimas de la Guerra Civil a partir de la excavación de tres zanjas y dos agrupamientos de huesos, ubicadas al oeste de la cruz del antiguo cementerio.
Hasta hoy, en las Illes Balears se han identificado 28 víctimas de la represión franquista, gracias a los análisis de ADN y a la realización de estudios antropológicos, tres de estas son mujeres.
Antoni Alomar Mas
Originario de Llubí, era relojero y vivía en Manacor. Tenía cuarenta y dos años, esposa y dos hijas, que entonces tenían ocho y once años. Desapareció en la segunda quincena de agosto de 1936, junto con su mujer, Margalida Jaume.
Francesca Llull Font y Francesca Salas Llull
Francesca Llull Font era nacida en Manacor en 1885, casada, con una hija y un hijo. Su marido, Llorenç Salas Domenge, fue asesinado el 17 de agosto de 1936. Dos días después fueron detenidas Francesca y su hija, Francesca Salas Llull —nacida en 1911— y encerradas en la prisión de Manacor. Fueron asesinadas en el cementerio de Son Coletes. Desde el pasado 27 de febrero, su nombre es recordado en la calle Sales de Manacor con dos adoquines de acero del proyecto Piedras de la Memoria —Remembrance Stones—, impulsado por la Secretaría Autonómica de Sectores Productivos y Memoria Democrática dentro del proyecto internacional de la Fundación Stolpersteine.
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
enhorabuena a los familiares por tener ya a vuestro lado a los familiares desaparecidos y asesinados.