A finales de los años 80 del siglo XX, Sóller y la Serra, estaban en boca de todos los apasionados por la ufología. El nombre de Sóller y el de algunos de los cazadores mallorquines de OVNIS –como los sollerics Joan Coll y Pep Climent o el militar pollencí Pedro Crespí– saltó a nivel internacional debido al llamado ‘caso Manises'.
Corrieron ríos de tinta y el Valle se convirtió en lugar de culto para los estudiosos del fenómeno. Muchos esperaban un «encuentro en la tercera fase» que nunca llegó y se aseguró que frente al Port de Sóller existía una base submarina extraterrestre. Casi cuarenta años después este ambiente de misterio podría revivir a través de una serie de ficción en la plataforma televisiva Netflix. Dos mallorquinas, Maria Calafat y Marta Mesquida, están al frente del proyecto cinematográfico que fue seleccionado para el último Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges. El guion, aun en fase de desarrollo, está entre los proyectos seleccionados por Netflix y por la asociación CIMA de mujeres cineastas.
Maria Calafat es doctora en Física, también estudió cine y ahora es profesional del mundo audiovisual. Confiesa que siempre se sintió atraída por la ufología. Recuerda que «la reciente desclasificación por parte del Congreso de los Estados Unidos de miles de expedientes OVNI ha puesto otra vez de moda estos casos». Por su parte, Marta Mesquida es comunicadora, guionista, productora y cofundadora de CIMA.
El proyecto quiere recuperar este ambiente que vivió Mallorca en aquella época y con Sóller como epicentro. El argumento que podría saltar a las pantallas gira alrededor del asesinato de un ufólogo local que estudia la existencia de la base submarina de extraterrestres. Un investigador llegado de Madrid se encuentra con un lugar misterioso en una isla mediterránea que imaginaba de otra manera muy distinta.
Los 80 fueron años "mágicos" en todos los sentidos, y en Sóller se encontró un terreno abonado para estos fenómenos que estaban muy de moda en esos momentos, gracias al "caso Manises", a los programas de TV del Dr. Jiménez del Oso y a libros de J.J. Benítez y Erich Von Daniken. Al final poco, o nada, se vió, pero la que se lió aquella madrugada de junio de 1978 en el Gorg Blau fue monumental, con 5.000 personas llenando las cunetas a las faldas del Puig Major y miles de ojos mirando al cielo. Es cierto que los bares Memphis y Nadal , de Sóller, fueron puntos neurálgicos de aquellas movidas, hoy impensables, pero con los personajes irrepetibles que los deambulaban cualquier cosa era posible. Creo que es bonito que alguien se acuerde de ese momento. Suerte al proyecto.
Sóller, años 80, ovnis... ese es el contexto.
Pues bien si hubieseis estado algunas noche por el Bar Nadal en la época se puede explicar porque se veían tantos ovnis. Había "ambientillo"...
Contaré la anecdota de un familiar (que no frecuentaba las mejores compañías).
Después de disfrutar una velada en el bar Nadal decidieron irse hacia el Puig Major, al embalse de Cúber y allí se tumbaron a esperar a ver si veían algo (dada el supuesto avistamiento "habitual" de ovnis, por supuesto iban equipados con sus cosas (imagino que ya se deduce). Al cabo de un rato uno de ellos dijo, ostras que hay un marciano, unos ojos brillantes se acercaban lentamente, estaban sorprendidos y "flipando", los ojos seguían acercándose, no se lo podían creer, iban a entrar en contacto con un "marciano"...
pero no, era una vaca, se le debían reflejar en los ojos vidriosos la luz de la luna o el reflejo del embalse.
Evidentemente, si quieren información, deberían contactar con los asiduos en los 80 del susodicho bae o el extinto Memphis, creo sinceramente que arrojaría mucha luz al caso.
Recuerdo al amigo Mazarredo, (DEP) la pasión que ponía en prensa escrita y radiofónica, para reunirnos en el Coll de Soller a horas intempestivas y esperando ese posible encuentro.
6 comentarios
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Como se ha demostrado la FARSA de los OVNIS, con la llegada generalizada de cámaras de fotos asequibles por todos lados. JAJAJA
Los 80 fueron años "mágicos" en todos los sentidos, y en Sóller se encontró un terreno abonado para estos fenómenos que estaban muy de moda en esos momentos, gracias al "caso Manises", a los programas de TV del Dr. Jiménez del Oso y a libros de J.J. Benítez y Erich Von Daniken. Al final poco, o nada, se vió, pero la que se lió aquella madrugada de junio de 1978 en el Gorg Blau fue monumental, con 5.000 personas llenando las cunetas a las faldas del Puig Major y miles de ojos mirando al cielo. Es cierto que los bares Memphis y Nadal , de Sóller, fueron puntos neurálgicos de aquellas movidas, hoy impensables, pero con los personajes irrepetibles que los deambulaban cualquier cosa era posible. Creo que es bonito que alguien se acuerde de ese momento. Suerte al proyecto.
Sóller, años 80, ovnis... ese es el contexto. Pues bien si hubieseis estado algunas noche por el Bar Nadal en la época se puede explicar porque se veían tantos ovnis. Había "ambientillo"... Contaré la anecdota de un familiar (que no frecuentaba las mejores compañías). Después de disfrutar una velada en el bar Nadal decidieron irse hacia el Puig Major, al embalse de Cúber y allí se tumbaron a esperar a ver si veían algo (dada el supuesto avistamiento "habitual" de ovnis, por supuesto iban equipados con sus cosas (imagino que ya se deduce). Al cabo de un rato uno de ellos dijo, ostras que hay un marciano, unos ojos brillantes se acercaban lentamente, estaban sorprendidos y "flipando", los ojos seguían acercándose, no se lo podían creer, iban a entrar en contacto con un "marciano"... pero no, era una vaca, se le debían reflejar en los ojos vidriosos la luz de la luna o el reflejo del embalse. Evidentemente, si quieren información, deberían contactar con los asiduos en los 80 del susodicho bae o el extinto Memphis, creo sinceramente que arrojaría mucha luz al caso.
Pero por favor no os olvidéis de carlos Jesús fiu fui fiu fui fiu
Me parece genial esta idea. Está claro que Mallorca y Baleares don puntos calientes. Yo he visto luces raras más de una vez.
Recuerdo al amigo Mazarredo, (DEP) la pasión que ponía en prensa escrita y radiofónica, para reunirnos en el Coll de Soller a horas intempestivas y esperando ese posible encuentro.