Desde el año 2018. La circulación de vehículos en la carretera del faro se limitó por primera vez en el verano de 2018, se mantuvo en 2019 y quedó en suspenso en 2020 debido a la pandemia. Este verano las limitaciones de acceso se han extendido a todo Formentor, también entre el Port y la playa. | m. nadal

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Más 7.000 conductores accedieron a la península de Formentor en vehículo privado a motor entre el 18 de agosto y el 15 de septiembre dentro del horario restringido de 10 a 19 horas sin la pertinente autorización. La mayoría de ellos circularon por la carretera desde el Port de Pollença hasta la playa de Formentor (6.731) mientras que 724 circularon hasta el faro sin permiso en el mismo periodo.

Aunque los usuarios del mirador del Colomer y de la playa podían enviar para evitar la multa en los tres días posteriores a su visita un tíquet de consumición (del párking, los chiringuitos o el restaurante) junto a su número de matrícula nunca llegaron a hacerlo y se enfrentan a sanciones de entre 80 a 200 euros.

Sin cobertura legal

La cifra de multas puede parecer elevada, pero lo cierto es que de haberse cumplido lo anunciado por la Dirección General de Tráfico (DGT), el Govern, el Consell y el Ajuntament en junio, la cifra se habría triplicado. Aunque las autoridades anunciaron la prohibición de circular (salvo autorizados) de 10 a 19 horas por la carretera de Formentor entre el 15 de junio y el 15 de septiembre, lo cierto es que el Boib que da cobertura legal a la medida sufrió una modificación a posteriori y no entró en vigor hasta el 18 de agosto. De ahí que Tráfico solo haya sancionado quienes se saltaron la restricción entre el 18 de agosto y el 15 de septiembre.

Cabe recordar que este ha sido el primer verano en el que las restricciones de tráfico se extienden a toda la península de Formentor. En 2018 y 2019 se limitó la circulación de vehículos privados a motor solo entre la playa y el faro de Formentor en un intento de poner freno al caos de vehículos en la carretera Ma-2210, convertida en una ratonera.

El plan para frenar la masificación en la carretera del faro (entre los kilómetros 8,7 y 19,6) creó un efecto dominó y trasladó los atascos kilométricos al tramo comprendido entre el Port de Pollença y la playa. De ahí que por primera vez este 2021, las autoridades decidieran extender las limitaciones a este primer tramo (entre los kilómetros 2 y 8,7).

Se instalaron radares con lectores de matrículas en ambos tramos, un pequeño cartel informativo justo en el acceso a la carretera (Km 2) y un informador a pie de calle en la playa.

La alternativa más sostenible para ambos tramos era el uso del bus lanzadera que está integrado en la red de Transportes de les Illes Balears (TIB) pero desde el primer día se vio que el tráfico de vehículos en horario restringido hasta la playa seguía siendo muy elevado. Buena parte de los usuarios manifestaron a Ultima Hora desconocer la prohibición así como la posibilidad de evitar la multa por ir a la playa presentando un tíquet de consumición. Un gran número de personas eran turistas que conducían coches de alquiler.

Los datos del primer mes apuntaban ya que una media de 1.850 vehículos privados a motor seguía circulando a diario por la carretera de Formentor.