El trabajo de conservación, protección y mantenimiento del municipio de Artà durante los últimos 50 años ha tenido su recompensa. El municipio ha conseguido el distinto Slow City y se ha convertido en el primero de Balears en disponer de este sello que nació en el año 1999 en Italia con el objetivo de ampliar la filosofía del Slow Food a las localidades. Desde los años 60 (década en la que hubo el boom turístico) hasta la actualidad, los diferentes gobiernos locales y vecinos de Artà han luchado para proteger la costa y evitar grandes construcciones urbanísticas que hicieran perder el encanto del municipio. Antoni Miquel Amorós, propietario del hotel de interior Es Forn Nou, recuerda que hubo movimientos sociales que evitaron varias urbanizaciones que se querían levantar en Cala Torta, sa Canova o es Canons. Gracias a esas movilizaciones, el municipio de Artà conserva su esencia y, recientemente, ha conseguido el sello de calidad gracias al impulso del alcalde, Manolo Galán.
La protección del entorno de Artà tiene premio
El municipio consigue el primer distintivo ‘Slow City' de Balears gracias a su apuesta por la conservación
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1 comentario
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Enhorabona per no haver-ho encimentat tot. Tot lo contrari de Capdepera, Son Servera i sobretot Sant Llorenç on practicament totes les platges estan urbanitzades i segueixen urbanitzant.