El precio del cordero lechal en lonja está a 8,90 euros en estos momentos pero «el problema es que no se encuentra» dice el presidente de la cooperativa. La mayor preocupación de los payeses es que a partir de octubre las ovejas empiecen a parir y sobren corderos en invierno cuando ya no se les puede dar salida porque con el fin de la temporada turística cae notablemente la demanda . Además, hay que tener en cuenta los problemas que tenemos de incremento del coste de producción con la inflación disparada», añade. «Con la sequía tan grande que tenemos los pastos han ido mal, la alimentación es mínima y ¿cómo les vas a dar comida adicional a los precios que se está vendiendo? Antes un saco nos costaba 8,40 y ahora 14,20 euros», dice el presidente de la cooperativa pollencina.
Las explotaciones adscritas a la Cooperativa de Pollença están organizadas por parideras para garantizar el suministro a sus clientes fijos (restaurantes) durante toda la temporada. La mayoría de sus ventas se producen en los meses de verano, coincidiendo con la temporada alta turística pero el cambio climático está poniendo a prueba todo el sistema. Mientras la crisis de stock de productos como el hielo está ligada directamente al fuerte incremento de la demanda por el boom de la temporada turística, lo curioso de la producción del cordero es que la escasez de lechales es una consecuencia directa de la aguda sequía y el incremento de las temperaturas. Las parideras se adaptan a la realidad del cambio climático.
«Con la sequía que estamos sufriendo que ha hecho que los pastos no vayan bien, tenemos la suerte y a la vez la desgracia de que las ovejas (con la falta de lluvia) han retrasado las parideras. El cordero lechal se está comprando a un buen precio (8,90 euros en lonja) el problema es la escasez. Otros años se importaba también mucho cordero de la Península que se vendía en los mercados, pero el mercado de la Península este año está muy estabilizado», dice Solivellas. «Realmente este es un año atípico, el poco cordero lechal que sale se vende a 8,90 euros y a 7,40 el recental», añade.
La Cooperativa Pagesa de Pollença cuenta desde hace años con un centro de tipificación del cordero que permite vender los animales en lotes homogéneos. «El problema es que los costes en el centro de engorde se disparan como consecuencia del incremento del coste de la electricidad y de los piensos. Viene un invierno malo y eso nos preocupa mucho», dice Solivellas. Con la Isla paralizada por la declaración del Estado de Alarma en marzo de 2020 la cooperativa pollencina hizo un importante esfuerzo para servir a domicilio a los vecinos de la comarca.
12 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Jose ManuelGracias por sacar a relucir la SUPREMACÍA DEL HUMANO TODOPODEROSO sobre los animales porque, claro, nacieron para servirnos, es su única misión en la vida… por sí mismos no sienten miedo, alegría, frío, hambre, dolor, amor por sus crías… qué pena, cuánta empatía nos falta y sobretodo concienciación.
Ya preparan la subida para esta Pascua, asi que de empanadas de chot res.
Silvia, completemente de acuerdo!! La ganaderia NO protege ni conserve a la especie
Pues estas pascuas de empanadas nada. Las haremos de pollastre,jajajaja
@silvia, pues tú a comer tofu y alfalfa, que yo iré al cruce a berenar chuletillas. Son animales de granja, como tales se crían para comer. Si no se extinguirían ya que no valen para otra cosa. Cuantos cerdos hay en los países árabes? Ninguno. La ganadería protege y permite la conservación de especies.
Llevar al matadero a un cordero LECHAL, que mama leche materna, UN BEBÉ. Qué poca empatía seguimos teniendo con el resto de seres que cohabitan el planeta con nosotros. Separar a una madre de su bebé y asesinarlo solo para saciar el paladar de un animal humano. Somos lo peor que le ha pasado a La Tierra. La gran mayoría si tuviera ese corderito en sus manos, vieran la reacción de su mamá al separarlos, sintieran la fragilidad de un bebé y lo tuviera que llevar al matadero seguro que no volvían a comerlo. Pero nos prefieren ciegos al dolor ajeno y que acabemos viendo un producto en lugar de un ser vivo que siente dolor y tiene emociones, como nosotros.
Qué lástima no podremos comer costillitas de cordero lechal con lo ricas que están
Dios mio que problema más desastroso. Mejor menos sacrifcios
Com es nota qui fa feina a ciutat.. com a mínim teniu la decència de ser respectuosos amb aquells que s’aixequen de ben prest per a cuidar del seu negoci, que ara mateix està passant per una situació inusual. Molts d’anims a la ganaderia ovina!
Anau a porgar fum