Margalida Gili es madre de dos niños de 6 meses y 6 años.

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Con una población censada de 1.650 personas de las que 286 tienen entre 0 y 16 años, Lloret pelea sin éxito desde 2015 con la Conselleria de Salut para tener unas horas de servicio de Pediatría en su unidad básica. El Govern ofrece ese servicio en otros municipios de su mismo tamaño o incluso de menor población, una cuestión que los lloritans sienten como un «agravio comparativo». «Cuando entré como alcalde de Lloret en 2015 lo primero que hice fue pedir a Salut que pusiera pediatra en Lloret y no he obtenido respuesta. Hay pueblos como Costitx que, seguramente por una prebenda a Maria Antònia Munar, tienen pediatra y tienen menos población que nosotros», lamenta el alcalde de Lloret, Toni Bennàssar.

«La respuesta del Govern siempre es la misma, que no hay recursos disponibles para atender a toda la población. Todos sabemos lo tensionada que está la sanidad y con la pandemia la cosa ha ido a peor, pero es que encima el servicio de transporte público para trasladarse a Sineu (aunque ahora han aumentado frecuencias) sigue siendo totalmente insuficiente», lamenta el alcalde. Todos los menores de 16 años tienen que desplazarse obligatoriamente a Sineu para ir al médico. La Unidad Básica de Salud Local solo ofrece servicio de medicina familiar no pediátrica. Lo hace 11,5 horas a la semana repartidas entre las mañanas y tardes de los martes, miércoles, jueves y viernes. Con una población de 1.650 personas, Lloret tiene actualmente 1.423 vehículos matriculados.

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«No tener pediatra en el pueblo te condiciona a tener dos vehículos por familia», dice Marilen Garcías, madre de un menor de 1 año de edad. «Yo soy de Lloret de tota la vida y cuando era niña teníamos seguro privado y me veía el pediatra en Palma. Lo peor es que pides cita previa en Sineu y solo te dan dos días a la semana. Hace poco tuve que ir de urgencias hasta allí una tarde y el médico que había no era pediatra y me derivó al hospital, tuve que coger dos veces el coche», señala. «Es un fastidio tener que ir a Sineu, coincide Neus Munar, madre de dos menores de 6 años y 6 meses.

El alcalde explica que «Lloret es un pueblo en crecimiento que desde 1995 ha duplicado su población. Ha venido mucha gente que salió de Palma porque el suelo era más barato y no había el encarecimiento del combustible que hay ahora. También gente que tenía segundas residencias y que al principio de la pandemia se vino a vivir y se ha quedado».

El colegio de Lloret ya tuvo que ser ampliado en el año 2010 y actualmente, entre la escoleta y la escuela, tienen 200 usuarios. «La pasada legislatura ya casi nos cerraron la Unidad Básica de Salud. Nos está pasando lo mismo que con los bancos que cierran las sucursales en los pueblos», lamenta Toni Bennàssar. La farmacéutica Margalida Gili, que ejerce desde 1986 en Lloret coincide en que «no es justo que no haya servicio de Pediatría, hace mucha falta».