Cabe señalar que desde hace décadas -y con algunas excepciones- dos familias de Manacor (Aleixos y Pasturetes) han encarnado las figuras del dimoni gros, los dos dimonions y Sant Antoni. Además de la imprescindible personalidad del baciner. Precisamente a estas dos familias y a mossèn Mateu Galmés les debemos que se haya preservado la fiesta en la ciudad y que a día de hoy cuente con tanto fervor. Son muchos los que aseguran que sin ellos la celebración habría desaparecido. Aunque, por contra, hace tiempo que algunas voces también piden relevo en la colla diabólica.
El Patronat tomó nota de ello y el primer paso lo dio en 2019 con la organización de un curso para incorporar a nuevos miembros a su colla, hasta entonces exclusivamente masculina. Un total de 17 personas -ocho de ellas mujeres- se presentaron como candidatos. Tras el parón provocado por la pandemia, el año pasado una mujer, Magdalena Pérez, ya salió a rotllo como dimonió el día del Primer Ball.
Este año se da un paso más y algunas de las personas que participaron en el curso hace cuatro años se incorporarán a la fiesta enfundados con el traje de dimonis o Sant Antoni. Es más, durante los diferentes días de fiesta, también habrá relevo entre los personajes, es decir diferentes personas bailarán como dimonis o harán de Sant Antoni, lo que propiciará que más personas puedan encarnar este ‘honor'.
2 comentarios
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Mem si a Manacor deixen de fer tonteries aquests de MES
Ja era ben hora i es dimoni gran a de ser un homo ben gran i corpulent