Carles Busquets 'Bussy', en su puesto de venta de la Plaça Constitució de Sóller. | Isa Medina

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Su presencia forma parte ya del día a día de la Plaça Constitució de Sóller, el corazón de la capital de la Vall. Por ese pequeño espacio que ocupa y en el que se deja ver, Carles Busquets 'Bussy' (Sóller, 1976) no para de vender cupones de la ONCE. Y más, ahora. Los mismos que el pasado 7 de diciembre en el sorteo diario de aquel jueves en pleno puente, permitieron que el destino le llevara a ser notario de la fortuna de los 41 agraciados con diferentes premios que, en total dejaron en la localidad de la Serra un montante de 1'9 millones.

Fueron el total 40 premios de 35.000 euros y uno extra de 500.000 euros a la serie 009 del número 20.149. «Y lo que me alegra, además de poder repartir este premio y este dinero, es que ha llegado a gente que realmente lo necesita. Lo sé porque les conozco», confiesa 'Bussy', conocido así por los vecinos y amigos por llamarse igual que quien fuera años atrás portero del Barça -y padre del internacional Sergio Busquets-, «aunque a mí nunca me ha gustado el fútbol ni he sido portero», apunta con una sonrisa.

Busquets, despachando cupones y juegos de la ONCE, este lunes en Sóller. Foto: Isa Medina

Lleva apenas un año y medio trabajando en la ONCE, después de más de tres décadas haciéndolo en la hostelería hasta que un imprevisto le cambió la vida. «Estoy muy a gusto, me han acogido muy bien y me encanta mi trabajo», asegura Busquets, conocido en Sóller como 'voy de verde', su santo y seña cuando circula por la población. Haciendo honor a uno de los colores corporativos de la ONCE «y porque voy siempre vestido así», apostilla.

Recuerda, además, que el pasado mes de noviembre un compañero suyo repartido 350.000 euros, con diez cupones a 35.000 euros por cada uno de ellos en forma de premio. Y reconoce que, en esta ocasión, los cerca de dos millones que ha repartido en Sóller, le tocó hacerlos casi por casualidad, en una semana llena de días festivos por el puente de la Constitución y la Inmaculada. «Lo dí porque cambié el día. Sino, se habrían devuelto...», dice Busquets, quien reconoce que, a raíz de este gran premio, no para de vender, «y desde entonces, se me acaban los números», asegura feliz por haber permitido a vecinos y conocidos poder tener una vida más cómoda «y una buena Navidad».

El popular vendedor, mostrando todo el surtido de cupones y juegos de la ONCE. Foto: Isa Medina

Hasta ahora, 2.000 euros había sido el tope de premio que 'Bussy' había repartido por Sóller, donde no para de atender a quienes se acercan a su singular y vistoso puesto en pleno corazón de la localidad para hacerse con algún cupón o juego de la ONCE, «también los de máquina, que cuando se acaban los otros me permite seguir vendiendo. Mientras tenga cupones, papel y tinta, no pararemos de repartir ilusión», dice este vendedor de ilusiones.