Un todoterreno se llevó por delante la terraza de la cafetería Cucurutxo en julio de 2014. | J.S.

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Se empotró un todoterreno contra el chiringuito. Fue a drede, no fue un accidente». El empresario que denunció el presunto amaño del concurso de las playas de Felanitx, declaró en el juicio que sufrió un ataque como consecuencia de las denuncia que interpuso contra el concesionario. Señaló que empleados de la empresa que había ganado estaban molestos por sus quejas y que un celador del Ajuntament le advirtió dos días antes de la colisión: «Está muy violento y muy nervioso. Te cuidado».

Además del episodio del ataque al Cucurutxo, tanto este testigo como otro empresario que también se presentaron y perdieron el concurso, insistieron en otro encuentro sospechoso: El entonces concejal de Playas y ahora acusado, José Ramón Vidal, citó a ambos en un restaurante de Campos y, según declararon ambos ayer, en ese momento les entregó los pliegos del concurso, unos días antes de que estos fueran publicados de forma oficial.

Uno de los testigos, apuntó a que inquirió en ese momento al edil si le había entregado el mismo sobre al adjudicatario final. La respuesta fue afirmativa. También inciden en la amistad entre el concejal y el empresario ganador: «Iba a todas las fiestas ilegales que se hacían en Cala sa Nau».

Sostuvieron los testigos de cargo que el encuentro les resultó muy extraño y que consideraron que podía ser una posible trampa. Sin embargo, se fueron con esa documentación y no denunciaron en ese momento. A este episodio añaden una serie de cambios en las condiciones del contrato que les pillaron por sorpresa, como la necesidad de disponer de permisos para la instalación de boyas. De ahí, infieren que el que resultó ganador disponía con mucha antelación de las bases y que pudo prepararse mejor.