Pep Esteve Català es el nuevo presidente de la asociación.

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Porto Cristo, con más de 10.000 habitantes, tiene una población con arraigo. Su Asociación de Vecinos renovó hace a penas tres meses su presidente. Pep Esteve Català substituyó a Kiko Gil al frente de esta entidad «con el objetivo de no dejar morir una asociación tan importante para un pueblo». Hablamos con él sobre estos primeros meses y sus proyectos de futuro.

¿Qué le motivó a postularse como nuevo presidente de la asociación?

—Yo ya formaba parte de la junta desde el 2023. Había trabajado con el anterior equipo y pese a que compartíamos el desencanto que expresó el anterior presidente, y que le llevó a dimitir, al ver que no había opciones, decidí postularme para mantener viva la asociación y la Junta apoyó mi candidatura. Estamos preparando propuestas para acercáramos más a la gente y que más vecinos se unan y participen del proyecto.

¿Por qué cree que es importante esta entidad?

—Una asociación de vecinos hace de nexo entre ciudadanos y políticos. Somos la voz de la gente. Para un pueblo como el nuestro, con 10.000 habitantes censados es una herramienta clave.
Hablando de comunicación, ¿ha mejorado la vuestra con el Ajuntament?
—Bueno, desde que soy presidente nos hemos podido reunir una vez con la delegada de Porto Cristo, Antònia Llodrà, y la sensación fue buena. Solicitamos la reunión y obtuvimos respuesta inmediatamente. Ahora, la idea es dar continuidad a esta línea y poder reunirnos con los diferentes partidos con representación en Porto Cristo.

Entonces, ¿ha mejorado vuestra percepción del trabajo de AIPC en el equipo de gobierno?

—Aunque siempre hemos tenido buen feeling con las dos representantes del partido, no negaremos que esperábamos mucho más. Siempre esperas que un partido que nace del mismo pueblo y entra al equipo de gobierno repercuta positivamente en el pueblo. Sin embargo, en esta ocasión no lo notamos. Basta ver la decoración de Navidad. Solo tenemos dos calles con iluminación. AIPC es la muleta de Més. Sin ellos, no podría gobernar por lo que creemos que habría que imponer mucho más sus propuestas.

¿Siguen apostando por un referéndum para conseguir la independencia?

—Desde la junta de la asociación, más que un referéndum, planteamos que podamos tener un presupuesto propio. Este hecho nos permitiría invertir el dinero directamente en necesidades reales de Porto Cristo que no son las mismas que Manacor. Tenemos realidades diferentes y poder contar con unas cuentas propias permitiría una gestión más eficiente de los recursos. Evidentemente, hay necesidades básicas que compartimos como el mantenimiento de calles o infraestructuras pero también hay singularidades que deben tenerse en cuenta.

¿Cómo avanzan los proyectos clave para el municipio; punto verde, escoleta 0 a 3... ?

—Buena pregunta. La información que tenemos es que avanzan. Pero solo tenemos palabras. No sabemos ni fechas de licitación ni absolutamente nada. Lo que nos hará creer en estas palabras son ver pasos para materializarlos y por ahora no hay ninguno. Esto fue también uno de los motivos de dimisión de nuestro compañero Kiko. Muchas palabras bonitas y pocos hechos.

¿Cuál es el proyecto que más os preocupa?

—Aunque todos son importantes, la verdad es que ahora estamos bastante preocupados por el ‘escull romà’. Es un proyecto que supondría una gran revitalización para el pueblo y que, en principio, debía estar ejecutado en un 30 % a final del 2024 y aún no hay ni proyecto. Tenemos miedo de perder una subvención tan importante para nosotros.

Por lo que se refiere a movilidad, ¿hay alguna novedad?

— Es un problema que arrastramos desde hace tiempo. No sabemos como afrontará el Ajuntament la próxima temporada. Nosotros sin duda apostamos por la apertura de la calle Bordils, al menos, en un sentido.

¿Y del ansiado punto verde?

—Hace casi seis años que lo estamos esperando y todavía no tenemos claro ni dónde se ubicará. No hay ninguna solución para este tema, solo parches puntuales.

¿Cuáles son las necesidades de Porto Cristo?

—A día de hoy, hay cuatro puntos básicos: mantenimiento, movilidad, seguridad ciudadana y punto verde. Con ninguna estamos satisfechos. Hace dos años que esperamos un cepillo para el césped del campo de fútbol. Son cosas que no se entienden.