La estética del vehículo no hay duda de que es una de sus grandes bazas. La parte delantera se caracteriza por contar con un faldón de dimensiones considerables, muy marcado por la parrilla de nido de abeja, además de llevar unos faros tipo LED, que son muy aparentes en la iluminación diurna.
La parte posterior es más llamativa que la anterior, lo cual viene refrendado por la doble salida de escape de forma separada, además de contar con el faldón posterior de color negro, lo que le confiere una imagen de lo más radical. Otro elemento diferenciador es que se han elegido también luces LED para los faros posteriores.
MOTOR
El propulsor que hemos probado ya hemos dicho que es el 1.4 TSI de 125 CV, un propulsor de gasolina que le va mejor de lo que pudiera parecer en un principio. Una de las cosas que llama la atención desde un principio es el hecho de que se pueda cambiar el modo de conducción entre Normal, Sport, ECO e Individual. La verdad es que cambia bastante la respuesta del propulsor dependiendo de la opción que escojamos.
Las prestaciones de este vehículo, sin ser espectaculares, sí que son suficientes para poder llevar un ritmo alegre sin que se tenga que necesitar más. Así, los 9,1 segundos que tarda para pasar de 0 a 100 Km/h y los 201 Km/h de velocidad máxima demuestran que no es un vehículo precisamente lento.
Es un motor que se mueve muy bien en revoluciones bajas (entre las 2.000 y las 3.000), lo cual se agradece y que en este caso, también favorece mucho la recuperación de revoluciones, que se produce de manera rápida en marchas largas.
El consumo de 4,7 litros que anuncia la marca no está muy lejos de los 5,8 que hemos conseguido nosotros en un recorrido mixto, que son cifras muy bajas para las prestaciones que ofrece el León. En cuanto al comportamiento en carretera, las suspensiones en el acabado FR están claramente enfocadas a un comportamiento deportivo, lo cual favorece la estabilidad en todo tipo de curvas, aunque penaliza la comodidad de los ocupantes, que notan mucho más todos los baches.
INTERIOR
El interior se caracteriza por el dominio de dos colores, el negro y el rojo. Este último se encuentra en los ribetes de los asientos delanteros, del volante, de la palanca de cambios y de las alfombras. Los asientos delanteros son claramente deportivos, lo cual hace que la sujeción lateral sea máxima, sin que sean en absoluto incómodos.
Las calidades del interior son bastante buenas, aunque se ven demasiados plásticos, lo cual a la larga puede derivar en un pequeño problema de ruidos.
El cuadro de instrumentos cuenta con un diseño más o menos tradicional, aunque los marcadores de la temperatura del agua y del nivel de combustible son sólo luminosos.
El equipamiento interior es bastante completo, aunque hay algunos elementos importantes que sólo se encuentran en opción.
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