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El invierno se ha instalado en España con unas semanas de antelación. Y lo ha hecho con tal fuerza que Protección Civil se vio obligada a mantener la alerta primero en siete y luego en nueve comunidades autónomas ante los riesgos de fuertes lluvias y nieve. Las más afectadas son Cantabria, Asturias, Navarra, Aragón, La Rioja, las dos Castillas, Catalunya y Madrid. El mal tiempo provocó que muchas carreteras de la red principal y la secundaria se mantuvieran cortadas. A última hora de la tarde de ayer, Protección Civil amplió la alerta por lluvias a las Islas Baleares. Según las fuentes, en las islas Baleares se esperaban a partir de ayer noche lluvias que podían superar los 30 litros por metro cuadrado y hora.

El portavoz de Protección Civil, Javier del Moral, advirtió que en Asturias, Cantabria, Castilla y León, Navarra, La Rioja y Aragón pueden acumularse en las siguientes 24 horas nieve de entre 5 y 20 centímetros de espesor. El mal tiempo tuvo su primera consecuencia directa en el tráfico ya que fueron necesarias las cadenas para transitar por puertos de Huesca, Navarra y León. En la red secundaria fueron necesarias las cadenas en algunos puntos de Huesca y Asturias, Granada y Zaragoza. Además se cortaron algunas carreteras de la red secundaria en Gerona y Alicante. La lluvia provocó el corte de más de 30 kilómetros de la N-II.

El temporal fue especialmente virulento en Catalunya, donde causó el corte de la N-II a su paso por Figueras por un desprendimiento en la carretera a causa de las lluvias, además de otros tantos en distintos puntos en la red secundaria. Asimismo, la lluvia dificultó considerablemente la circulación aérea en la comunidad. El Instituto Nacional de Meteorología había advertido que en este cuadrante de la península podían producirse precipitaciones y vientos de componente este con rachas de más de 75 kilómetros por hora.