Una mujer pasea por una calle de Teruel, ciudad afectada por el intenso frio.

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El temporal de nieve dejó ayer aisladas a más de 7.000 personas de pequeñas poblaciones de Castilla y León, una de las comunidades más afectadas, creó problemas de circulación en las carreteras de gran parte de la Península y obligó a cerrar cerca de 30 puertos de montaña y el uso de cadenas en otros 40.

El temporal de nieve, que causó problemas de circulación principalmente en las provincias de Avila, Burgos, Granada, León y Teruel, obligó a cerrar al tráfico 28 puertos de montaña, la mayoría de ellos en Castilla y León, Cantabria y Asturias, y circular con cadenas en otros cuarenta.

Entre los puertos cerrados figuran Piedrafita, La Magdalena, Pandetrave, Pando, Ventana y Vegarada (León), San Isidro, Arnicio y La Marta (Asturias), Lancha y Cruz del Hierro (Avila), Portillo de Lunada, Portillo de la Sía y Estacas de Trueba (Burgos), Palombera, Brañavieja, Piedrasluengas y San Glorio (Cantabria) y Belagua (Navarra).

La gendarmería francesa decidió interceptar en La Junquera a los vehículos pesados que se dirigían al norte del país vecino, debido a la situación que presentaban las carreteras y autopistas en el centro de ese país.

En Castilla y León, donde las nevadas fueron más intensas, unos 200 pueblos del norte de León, Burgos y Palencia, con cerca de 7.000 vecinos, llegaron a estar aislados por carretera a lo largo del día, aunque a última hora de la tarde el número de localidades aisladas se redujo a 119, con una población afectada superior a 5.000 personas, informó a EFE un portavoz de la Dirección General de Protección Civil.