Juan José Asenjo, secretario general y portavoz del Episcopado español.

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«Tenemos que pedir perdón a todos, los Obispos, la Iglesia y toda la sociedad. La Iglesia también fue víctima de la guerra y no pedimos que nos pidan perdón».

El secretario general del Episcopado, Juan José Asenjo, respondía así al ser preguntado sobre los términos en los que el Episcopado pide perdón por la Guerra Civil en el documento hecho público ayer y que recoge los principales temas tratados durante la LXXIII Asamblea Plenaria.

Los obispos españoles, añadió Asenjo en referencia a este documento, califican la contienda civil española como «la guerra más destructiva de nuestra historia» y en el texto hablamos de la misma en términos «muy medidos y no entramos en la cuestión de quien tiene que pedir más perdón porque no ayudaría a la concordia y supondría abrir viejas heridas».

En el documento se pide «el perdón de Dios» por la Guerra Civil española y más concretamente «por todos los que se vieron implicados en acciones que el Evangelio reprueba y que estuvieron en uno u otro lado de los frentes trazados por la Guerra».

El citado texto afirma también en los siguientes términos que «la sangre de tantos conciudadanos nuestros derramada como consecuencia de odios y venganzas, siempre injustificables, y en el caso de muchos hermanos y hermanas como ofrenda martirial de la fe, sigue clamando al Cielo para pedir la reconciliación y la paz».

El texto, con el que los obispos han querido hacer «un examen de conciencia» sobre el siglo que termina para encarar con «confianza» el futuro, fue presentado ayer a los medios de comunicación por el obispo portavoz y todo el comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española.