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EFE - VIENA La ONU denunció ayer el aumento de la producción, consumo y tráfico ilegal de cannabis, especialmente en Europa, y la falta de éxito en la erradicación del cultivo de coca en Sudamérica debido a que la mayor producción de esta planta en Colombia mina los esfuerzos de Bolivia y Perú. La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la ONU presentó ayer su informe sobre 1999 en el que advierte que el cannabis, considerada la droga de los «hippies» en la década de los 60 y cuyo uso se limitaba a grupos pequeños, es consumido ahora por grandes grupos de población, como los jóvenes.

La mayor difusión del cannabis se debe a la facilidad con que se pueden obtener variedades muy potentes de ella y a las instrucciones detalladas y utensilios para su cultivo, que se pueden conseguir en muchos países en las llamadas «tiendas del cáñamo» o en Internet, señalaron responsables de la JIFE.

La venta no regulada de semillas de cannabis, la facilidad para llegar a ella, así como la falsa creencia de que no es dañina han originado un incremento del cultivo de cannabis en hogares particulares, aseguraron.

Por otro lado, el proyecto de abrir en Madrid salas de venopunción o narcosalas «es contrario a los convenios que obligan a sus países signatarios, como España, a luchar contra el consumo de drogas ilegales», dijo Herbert Schaepe, secretario de la JIFE.