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EFE-JOHANESBURGO Medio millón de niños "que en algunas ocasiones no superan los siete años" son empleados como soldados en 87 países, la mayoría de Africa, Asia y América Latina pero entre los que también figuran algunos del llamado mundo desarrollado, como Estados Unidos y el Reino Unido. Según un informe divulgado ayer, al menos 300.000 de ellos participarían activamente en enfrentamientos y mientras que su alistamiento estaría motivado en las naciones pobres por su bajo coste, en las ricas se produciría por la escasez de reclutas.

El fenómeno «no es exclusivo del mundo en desarrollo; EEUU y el Reino Unido acompañan a Myanmar, Sudán y Afganistán en el despliegue de menores en los combates», precisa el documento, de 450 páginas, suscrito por una docena de grupos de carácter humanitario y el más completo elaborado hasta la fecha sobre el problema. De acuerdo con el informe, más de la mitad de los países de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) aceptan en sus fuerzas armadas a adolescentes que aún no han cumplido los dieciocho años, debido principalmente a la dificultad de atraer al oficio de las armas a otros segmentos de la población.

En el documento se cita el caso del Reino Unido, donde el ejército integra a jóvenes de 16 años y los envía a combatir con 17, y se recuerda que Estados Unidos ya empleó a menores de 18 años en la Guerra del Golfo y después lo hizo en Somalia y los Balcanes.

Por regiones, la situación ha mejorado en América Latina y Oriente Medio, aunque en Colombia se siguen contabilizando 14.000 menores en grupos armados y que en otros países latinoamericanos es elevado el número de jóvenes que mueren durante el servicio militar.