El matrimonio negó ante los medios las acusaciones que se les imputan.

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El ex diputado Neil Hamilton y su esposa, Christine, las caras más conocidas de los escándalos que rodearon al último Gobierno conservador, centraron ayer la atención de la prensa dominical por unas asombrosas denuncias de abuso sexual. Ex diputado «tory», ex viceministro de Comercio y hasta animador de televisión, pero en la ruina económica, Hamilton está otra vez en las portadas de los periódicos, esta vez por las afirmaciones de una mujer que aseguró que fue violada en presencia del matrimonio.

El supuesto incidente, contado con lujo de detalles por los dominicales, sobre todo los sensacionalistas, ocurrió el pasado 5 de mayo en un piso muy modesto de la localidad de Ilford, en el sudeste de Inglaterra, donde una mujer de 28 años y madre de dos hijos dijo haber sido víctima de abuso sexual. Según la mujer, cuya identidad no ha sido facilitada por razones legales, un hombre de 60 años la violó en la sala del piso mientras Hamilton se excitaba y su esposa miraba admirada lo que ocurría.

El supuesto violador, Barry Lehaney, interrogado también por la policía, admitió conocer a la mujer, pero defendió su inocencia y dijo que hubiera sido incapaz de violarla porque sufre de artrosis. Neil y Christine Hamilton, de 52 y 51 años, respectivamente, han calificado las denuncias de «monstruosas» y «falsas», y se preguntaron si esto no forma parte de un «invento malicioso». Ambos fueron interrogados el pasado viernes en una comisaría de Barkingside, en el este de Londres, en lo que calificaron de «experiencia humillante». «¿Quién es esta mujer?, ¿Está loca o qué?, ¿Tiene alucinaciones o se le ha pagado por esto?», se preguntó el ex diputado, quien en 1999 perdió un juicio por libelo contra el dueño de los grandes almacenes «Harrod's», Mohamed Al Fayed.

Al Fayed dijo que pagó al político por formular unas interpelaciones parlamentarias por escrito. El juicio, que en su momento fue un gran escándalo, dejó al matrimonio en la ruina económica ya que quedó con deudas que superan los dos millones de libras (unos tres millones de dólares). Los Hamilton, que se han dejado entrevistar y fotografiar, sospechan que detrás de todo esto esté Max Clifford, el publicista más conocido del país por lucrarse con historias escandalosas. Clifford, quien al parecer tiene vínculos laborales con Al Fayed, ha negado haber inventado el caso y ha dicho que la víctima le contó lo sucedido y él le aconsejó que acudiera a la policía.