El delegado episcopal de Migraciones del Obispado de Cádiz y Ceuta,
Gabriel Delgado, sostiene que los 13 inmigrantes que fallecieron el
jueves en el Estrecho de Gibraltar fueron amenazados «con un arma
blanca de grandes dimensiones» para que abandonaran la lancha antes
de llegar a la costa. También manifestó que según la información de
la que dispone, «confidencial, pero de absoluta garantía», en la
lancha que arribó al lugar conocido como Barranco Hondo en Tarifa
(Cádiz) viajaban 23 inmigrantes.
Los datos que se conocen hasta la fecha indican que viajaban los
13 inmigrantes fallecidos y otros ocho supervivientes, siete de los
cuales declararon ayer a la Guardia Civil que fueron obligados a
desembarcar. El delegado episcopal señaló que el único motivo por
el que se amenazó a estas personas para que desembarcaran antes de
llegar a la costa fue la intención del patrón de la lancha de
«regresar rápidamente a la costa marroquí sin ser detenido». Los
inmigrantes tuvieron que vivir «una situación de terror, ya que
muchos no sabían nadar».
También ayer, los efectivos de la Guardia Civil de Cádiz
interceptaron casi un cententar de inmigrantes, concretamente 96
indocumentados, cuando intentaban entrar en el país por diferentes
puntos de la costa gaditana. La tercera expedición, de 40
inmigrantes magrebíes, interceptada trataba de cruzar la aduana
haciéndose pasar por pasajeros normales; iban bien vestidos para no
llamar la atención y salir del puerto algecireño como
pasajeros.
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