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El batiscafo francés 'Nautile' no ha encontrado ningún escape de fuel procedente de los tanques del 'Prestige' en su primera inmersión en la zona del hundimiento del barco, según anunció ayer el Gobierno. Mientras, la segunda marea negra llegaba ayer tarde a la boca de la Ría de Arousa, en las Rías Baixas, hasta ahora vírgenes de contaminación. Las consecuencias del vertido se están empezando a notar en otras zonas del país. En Andalucía ya han aparecido 43 aves muertas que la organización SEO/Birdlife relaciona con la marea negra.

Las manchas que anteceden a la segunda lengua de combustible ya han empezado a llegar a diversos puntos de la costa gallega. A las pequeñas manchas llegadas a Touriñán, Finisterre, Muxía, Camariñas y la playa de Corcubión hay que sumar las playas de Riazor, Orzán y Amorosas en A Coruña. Sin embargo, lo peor está por llegar. Los gallegos aguardan con desesperanza las 9.000 toneladas de fuel, que, de momento, flotan a unas 19 millas de Fisterra y que los vientos arrastran de nuevo hacia la Costa da Morte.

Según anunció ayer el Gobierno, los barcos extranjeros que han estado trabajando en la zona han retirado más de 7.000 toneladas de combustible del mar y 2.500 de la costa, una tarea en la que el temporal no ha acompañado. Además existen más de 11.658 metros de barreras instaladas y están disponibles más de 32.000 metros repartidos en diferentes bases. Se espera que la UE suministre otros 18.000 metros de barreras, de los que ya se han recibido 6.600.

Mientras, el batiscafo francés 'Nautile' hizo ayer su primera inmersión en la zona del hundimiento para comprobar si se filtra fuel de los tanques del petrolero. Por el momento, el aparato no ha detectado fugas, aunque seguirá sus trabajos. Análisis efectuados en Barcelona sobre muestras del fuel-oil del petrolero liberiano confirmaron la toxicidad del combustible, ya revelada por exámenes realizados en Francia, según denunció el lunes en un comunicado la organización ecologista Greenpeace.