Las autoridades rusas advirtieron ayer del peligro de que se
hunda el sarcófago que encierra el reactor de la planta de
Chernóbil que hace 17 años causó el mayor desastre en la historia
del uso pacífico de la energía atómica. «El hundimiento del techo
del 'sarcófago' es un peligro real y no podemos engañarnos», afirmó
el ministro de Energía Atómica de Rusia, Alexandr Rumiántsev, en
una entrevista publicada ayer por el diario ruso Nezavísimaya
Gazeta.
Según Rumiántsev, en caso de que ello ocurra «se producirá una
nube de polvo radiactivo que provocará contaminación local, sin que
se desate una catástrofe global», como la ocurrida el 26 de abril
de 1986. Descartó que la contaminación radiactiva alcance los
territorios de Bielorrusia, Rusia o Suecia, como cuando se produjo
la explosión que destruyó el cuarto reactor de la planta de
Chernóbil, clausurada en diciembre de 2000.
«Pero tendrá una resonancia política de las mismas proporciones,
pues millones de personas experimentarán un gran estrés», indicó el
ministro de Energía Atómica. El sarcófago de Chernóbil, una mole de
hormigón armado construida a toda prisa encima de los restos del
reactor averiado, fue diseñado para una vida útil de treinta años y
encierra todavía entre 30 y 100 toneladas de combustible nuclear
altamente radiactivo.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.