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EFE-MIAMI (EE-UU)
Michael Schiavo pensó que estaba a punto de conseguir que su esposa descansara en paz, tras ganar una larga batalla legal en los tribunales para que fuera retirada de la máquina que la mantiene con vida artificialmente. Pero el Congreso del estado de Florida intervino el martes y aprobó una ley que permitió al gobernador Jeb Bush revocar la decisión de la Justicia y mantener con vida a Terri Schiavo, de 39 años, que ha pasado en coma un tercio de su existencia.

Bush, hermano menor del presidente de EE UU, ordenó inmediatamente después de ser aprobada la ley que la mujer fuera conectada de nuevo a la máquina.

Los médicos reinsertaron ayer el tubo que alimentaba a Terri Schiavo, que había sido retirado el pasado día 15 después de que los padres de la mujer, Bob y Mary Schindler, agotaran todos los recursos legales para evitar la acción. Los médicos dijeron que sin el tubo Schiavo moriría en dos semanas.

Según el marido de Terri, ésta le había expresado su negativa a ser mantenida algún día con vida artificialmente, un deseo que los padres de la mujer afirmaron desconocer.

La ley fue aprobada por el Senado por 23 votos a favor y 15 en contra, después de que la Cámara de Representantes sancionara la versión final el martes por la tarde.

La nueva legislación firmada por Bush se aplica sólo a casos en los que el paciente no ha reflejado su voluntad por escrito, se encuentra en estado vegetativo y un familiar se opone a que le sean retirados los tubos que lo alimentan. En el marco legal se estableció también que un juez asigne un guardián independiente para Schiavo, quitándole ese papel a su esposo Michael.