Con su estruendo característico, el último Concorde de British
Airways (BA) aterrizó ayer en Londres, lo que pone fin a tres
décadas de vuelos supersónicos y supone la entrada en la historia
del mítico aparato europeo.
El Reino Unido jubiló al Concorde con lujo, emoción y mucha
nostalgia de una era de la aviación a una velocidad superior al
sonido a la que BA y Air France decidieron echar el cierre por
razones comerciales.
Procedente de Nueva York y minutos antes de lo previsto, el
último Concorde aterrizó a las 15.05 horas en Heathrow entre la
expectación de miles de personas que no quisieron perderse el
último vuelo de un avión que pasará ahora a ser una pieza de
auténtico museo.
Poco antes, otros dos Concorde que realizaron trayectos más
cortos -repletos también de invitados, pues el último vuelo regular
se produjo el jueves- ya habían tomado tierra en el aeropuerto
londinense para sumarse al homenaje.
Los tres Concorde, de los siete con que cuenta BA, llegaron a
alinearse en un momento dado en el aire, un espectáculo que sus
privilegiados pasajeros calificaron como algo impresionante.
«Es un día muy triste porque el Concorde es lo más
extraordinario que puede construir el hombre», afirmaba John
Cowburn, subido a una escalera en Heathrow, mientras otros
espectadores asistían desde sus terrazas, en viviendas cercanas, al
histórico día.
Dentro del último Concorde viajaron, entre otros, el presidente
de BA, lord Marshall, la actriz Joan Collins y el máximo
responsable de la Fórmula Uno, Bernie Ecclestone, quienes
disfrutaron de un desayuno con varios tipos de champán, caviar y
pastel de langosta.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.