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REUTERES. MALASIA. Mientras Washington presiona a Asia para que disminuya los sofisticados sindicatos de piratería equipados con tecnologías para copiar CD y montones de discos en blanco que abastecen las tiendas, una batalla más grande se está gestando en la Internet contra los piratas online en la región. El desarrollo de Internet de alta velocidad en la India, China e Indonesia, tres de los países más poblados del mundo, podría expandir el número de personas que descargan música gratuitamente de la red a millones por mes. A manera de contraataque, los sellos están lanzando más éxitos en los servicios pagados de música online en Asia, acelerando el crecimiento en una industria naciente ahora dominada por sólo dos compañías, Soundbuzz.Com y Planet MG de Sony Corp. Soundbuzz, fundada hace cuatro años, tiene acuerdos de licencia con 65 sellos discográficos en la región y opera en 12 mercados asiáticos en ocho idiomas, desde chino, coreano y japonés hasta dialectos de Indonesia y Malasia. Los clientes de la firma incluyen portales de Internet administrados por MSN de Microsoft Corp y Yahoo Inc. Asia fue apreciada en un tiempo por los principales sellos discográficos, Warner Music Group, de Time Warner Inc, EMI Group Plc , Universal Music y la unidad BMG de Bertelsmann, por su potencial de crecimiento mientras maduran los mercados estadounidense y europeo. En cambio, las ventas de música grabada en Asia se están deslizando más rápidamente que en Estados Unidos y Europa, según la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI). Los analistas dicen que el incremento de sitios de descarga legal de música en el gran Asia, los crecientes mercados de aparatos móviles, junto con la Internet de banda ancha, podrían ayudar a estabilizar la industria de la música a nivel mundial. «Si (los sitios de pago) no toman el control, y aumenta la banda ancha, entonces se podrá ver el descenso de las ventas de música», dijo Dyson. Mucho depende, dice, de si los sellos discográficos ganan su apelación de una decisión en abril emitida por un juez federal de Estados Unidos que determinó que Grokster y otras redes de intercambio de archivos no eran responsables de lo que estaban haciendo los que descargan la música.