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AGENCIAS - LOS ANGELES
Beyoncé estuvo a punto de provocar otro disgusto a los funcionarios de la Comisión Federal de Comunicaciones, veladores de la moralidad y la decencia en las emisiones audiovisuales. La intérprete de «Crazy In Love» actuó en el intermedio del «All Star Game» con un vestido de diminutas medidas que casi deja al descubierto uno de sus voluptuosos y exuberantes pechos.

El espectáculo musical fue transmitido en los Estados Unidos con un retraso de 10 segundos por la cadena de televisión por cable TNT, lo que permitió evitar los planos más impúdicos de la cantante. Aunque un portavoz de TNT dijo que la cadena no editó nada del espectáculo, las cámaras optaron casi siempre por los planos frontales, en los que casi no se aprecia el «desparramiento» del seno díscolo.

Desde la famosa exhibición de Janet Jackson durante el descanso de la «Super Bowl», una ola de puritanismo se ha apoderado de los legisladores y autoridades del audiovisual americano, que han aprovechado el incidente para exigir a las cadenas de televisión y a las radios, más decencia y pudor.

La cadena de televisión musical MTV decidió relegar al horario nocturno al menos seis videoclips que muestran cuerpos semidesnudos de cantantes como el de la artista Britney Spears; la NBC retiró una escena de la serie «Urgencias» en la que aparecían los pechos de una mujer de 80 años mientras era atendida; y la gala de entrega de los Grammy fue transmitida con un retraso de varios segundos para evitar sorpresas «desagradables».