La protección del espacio aéreo de Madrid para la boda del Príncipe
de Asturias consistirá, previsiblemente, en una barrera doble
formada por cuatro cazas F-18 en vuelo permanente, coordinados por
el avión de reconocimiento y vigilancia AWACS que cedió ayer la
OTAN.
Los AWACS son «Boeing 707» modificados, equipados con radares
que permiten identificar y perseguir aviones que vuelan a baja
altura a una distancia superior a los 370 kilómetros, y detectar
blancos en tierra.
Dos F-18 del Ejército del Aire orbitarán a unas 100 ó 200 millas
de distancia de la capital, en tanto que otra pareja volará próxima
al eje vertical de los trayectos y lugares «sensibles» del enlace,
como la Catedral de la Almudena y el Palacio Real. Esta doble
patrulla aérea de combate será relevada periódicamente de tal forma
que siempre haya aviones en vuelo y no se desprotejan las zonas de
vigilancia.
Los aviones «F-18» del Ejército del Aire español estarán
capacitados para derribar cualquier aparato que se considerara
potencialmente peligroso, según dijeron a Efe fuentes policiales. A
su vez, el AWACS, que actúa como radar móvil de gran alcance,
estará situado dónde no perjudique al tráfico aéreo civil ni se vea
perturbado por éste, previsiblemente en una zona restringida sólo
para la aviación militar.
El espacio aéreo se restringirá, se decretará una zona de
exclusión aérea y una semana antes del enlace se cerrará para
«vuelos visibles», es decir aquellos que pueden realizar avionetas
y helicópteros.
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