Yves Saint-Laurent, Givenchy y Dior cerraron ayer la presentación
en París de las colecciones de moda masculina para el verano 2005,
con una pasarela marcada por la vuelta a las tendencias clásicas y
el debut de varios diseñadores. Stefano Pilati presentó su primera
colección para Saint-Laurent con un desfile en el que se
reinterpreta el estilo de la célebre casa francesa en los años 70,
con moda elegante y cuidada al máximo.
«Quiero trabajar para afirmar la marca, no a mí», aseguró el
creador, que sigue la estela de muchos otros y deja claro que ha
pasado la era de los «diseñadores-estrellas» que reinó durante años
en Yves Saint-Laurent y Gucci, especialmente con Tom Ford. En
Givenchy, el británico de origen guineano Oswald Boateng intentó
reconciliar pasado y futuro en el primer desfile de moda masculina
de la marca.
Para ello eligió la figura de un «gentleman» afrancesado,
arrebatador y no exento de humor. Sus armas son contundentes:
camisas de doble cuello, pantalones «denim» y un tradicional traje
de rayas sobre un jersey lila. Hedi Slimane, para Dior, optó por
seguir la tendencia general del traje como eje del guardarropa
masculino, pero también con un toque «cool», con camisas de flores,
símbolos de la paz y estolas de lino.
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