España exportó armas ligeras y munición a Sudán -un país sumido en
grave crisis humanitaria y con un sangriento conflicto en la región
occidental de Darfur- entre febrero de 2003 y enero de 2004, según
denuncia un informe de la Escola de Cultura de Pau de la
Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) desvelado ayer por Amnistía
Internacional y Greenpeace.
Además, parte de las exportaciones, concretamente la venta de
munición (capítulo arancelario 930629) viola no sólo el Código de
Conducta, sino el embargo al que la Unión Europea tiene sometido a
Sudán desde 1994, renovado el pasado enero.
Según los registros de comercio español de la Agencia
Tributaria, España exportó en ese periodo armas largas (escopetas)
y munición por un valor aproximado de unos 8.000 euros, violando el
Código de Conducta de la Unión Europea «según el cual no se pueden
transferir armas a países embargados, en conflicto, inestables, que
no respeten los estándares de Derechos Humanos, con problemas de
desarrollo» o con «riesgo evidente de desvío de la venta a un
tercer país», afirman.
En el caso de Sudán, las organizaciones destacaron que aunque el
importe de las ventas es pequeño, «su impacto puede suponer un
elevado coste en términos humanitarios». El país vive desde febrero
de 2003 una sangrienta guerra en la región occidental de Darfur,
que ha matado a 10.000 personas, según las cifras más
conservadoras, y ha obligado a desplazarse a más de un millón, de
los que unos 120.000 están refugiados en el vecino Chad.
Tras el levantamiento de los rebeldes locales que denunciaban la
marginación de la región, las milicias árabes 'janjawid', que
cuentan con el apoyo del Gobierno de Jartum -pese a las protestas
de la ONU, la UE y Estados Unidos- están concentrando sus ataques
en la población civil y usando como armas el secuestro y las
violaciones. Naciones Unidas ha calificado el conflicto de la 'peor
crisis humanitaria del mundo'.
Amnistía y Greenpeace reclamaron al Gobierno español más
responsabilidad en su política de venta de armamento y un
cumplimiento estricto de los criterios contemplados por el Código
de Conducta de la Unión Europea sobre Transferencias de Armas.
En opinión de Luz, es «fundamental» que en los registros de
exportación de armas quede patente quiénes son los importadores, ya
que la legislación actual prevé que ni el exportador ni el
importador aparezcan en los documentos de aduana.
Así, en el caso de la venta de armas desde España a Sudán, la
Escola de Cultura de Pau ha encontrado seis registros de
exportación, cuatro con origen en Madrid, uno en Lugo y otro en
Barcelona.
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