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AGENCIAS Alemania celebra hoy el decimoquinto aniversario de la caída del muro de Berlín en medio de la apatía, pues las esperanzas suscitadas con la desaparición de esta línea divisoria no se han hecho realidad y la fractura entre este y oeste sigue abierta. Alemania vive sumida en cierto desencanto pues la economía no se recupera del gasto enorme de la unificación y numerosos problemas de seguridad han sucedido a los de la Guerra Fría. El pasado mes de septiembre, sendas encuestas publicadas por las revistas Stern y Der Spiegel sobre los sentimientos de los alemanes frente a la unificación causaron cierto estupor pues revelaron que el 20 por ciento de los alemanes echan en falta el «Muro de la Vergüenza». La sorpresa, sin embargo, fue mayor en el extranjero, donde la caída del muro de Berlín se ha convertido en símbolo por excelencia del triunfo de la libertad, que en Alemania mismo, donde se viven día a día los problemas de la unificación.