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Se siguen moviendo hilos para que no se tarde en canonizar a Juan Pablo II. Al clamor popular durante su funeral, patente con pancartas y los gritos de «santo, santo», se han sumado ya las primeras peticiones expresas por parte de la curia vaticana. Según informa el «Corriere de la Sera», numerosos cardenales han firmado una carta en la que piden que se aceleren los tiempos para la canonización del Pontífice. Lo más difícil, la atribución de milagros, parece estar resuelto: un niño con leucemia, una mujer con vértigo irreversible y una niña con hidrocefalia; casos curados al ser «tocados» por Juan Pablo II ya están sobre la mesa.

Esto es precisamente lo que piden los purpurados en el documento, que se agilicen estos plazos. El «Corriere de la Sera» cuenta que la carta fue entregada por el cardenal camarlengo, Eduardo Martínez Somalo, al decano de los cardenales, el alemán Joseph Ratzinger, que será el encargado de hacérsela llegar al nuevo Papa.

Tal y como exigen las normas de la Iglesia, el proceso de canonización no podría comenzar a ser estudiado hasta pasados cinco años desde su muerte, aunque ya Juan Pablo II se saltó estos plazos con Teresa de Calcuta y permitió que se comenzara a estudiar su caso antes de este período.

La petición no fue suscrita sin embargo por otros purpurados que están en Roma puesto que consideran que la congregación de cardenales, que es sólo un órgano provisional, no «tiene que hacer presiones al nuevo Pontífice».

El secretario de la Congregación de las Causas de los Santos, el arzobispo Edward Nowak, afirmó en una entrevista, publicada ayer por el mismo diario, que Juan Pablo II podría ser proclamado santo en breve tiempo y que el Sínodo de los Obispos del próximo mes de octubre podría ser una buena ocasión para anunciarlo.