El equipo médico del Chelsea and Westminster Hospital consideran que se trata de un caso «extraordinario».

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AGENCIAS-LONDRES
Un hombre británico de 24 años dice haberse convertido en el primer enfermo de Sida del mundo en curarse espontáneamente del virus, aseguran dos dominicales de Londres.

El joven señaló a los medios británicos que mientras hay 34,9 millones de personas en todo el mundo con el HIV, «yo soy la única que ha podido controlarlo, y sacarlo de mi cuerpo».

Andrew Stimpson, residente en Londres, dio negativo en unas pruebas sobre Sida en octubre de 2003, un año después de que los médicos le diagnosticaran con el virus de la enfermedad, según la BBC y los periódicos «News of the World» y «Mail on Sunday».

Los médicos hicieron la prueba dos veces porque no podían creer que los resultados dieran negativo, pero al final no pudieron encontrar el virus en los análisis de sangre, según contó Stimpson, homosexual que afirmó haberse contagiado de su novio seropositivo, «Juan».

De acuerdo con el «News of the World», los expertos han calificado el caso del joven como un caso «increíble» desde el punto de vista médico, mientras que Stimpson se ofrecerá para unas pruebas con el fin de establecer el secreto de su aparente curación sin precedentes.

«Para mí esto es increíble, es un milagro. Creo que soy una de las personas vivas con más suerte», agregó.

«Cuando me diagnosticaron sida mis ganas de vivir se perdieron completamente», señala Andrew, quien contó su secreto solamente a dos personas, su novio y su hermana. «Me mantenía rezando por alguien que anunciara un remedio, porque ocurriera algún milagro».

Andrew se realizaba cada dos meses análisis de sangre y revisiones para ver la evolución de su enfermedad. Los doctores estaban impresionados de la «excelente salud, algo inusual para un enfermo de sida».

En octubre de 2003 se repitió las pruebas de sida y el resultado dio negativo. «Estaba desconcertado. No podía entender que alguien pudiera curarse por sí mismo de sida», añadía.

Andrew estaba convencido de que tendría que ser un error, no permitiéndose creer que podría tratarse de un milagro. Los médicos repitieron los análisis otras dos veces y los resultados seguían dando negativo.